Voces del Periodista Diario

Arden en santa ira por unos tomatazos

EL LECHO DE PROCUSTO Por: Abraham García Ibarra

Hoy, en el monitoreo de las primeras emisiones electrónicas, escuchamos una colérica defensa en favor del mexiquense César El Breve Camacho Quiroz, un plurinominal tricolor que dobletea coordinando a sus pastoreados en el Palacio Legislativo de San Lázaro y a sus correspondientes en el viejo Palacio de Xicoténcatl, que actúan como diputados a la Asamblea Constituyente  de la Ciudad de México.

Ayer por la tarde, a su arribo al viejo recinto del Senado, Camacho Quiroz -adicto a caros relojes de colección-, fue saludado a tomatazos al grito de ¡Regresa el bono navideño! por una banda liderada por el ex delegado panista de Miguel Hidalgo Ame aus den Ruthen Haag.

La actual titular de dicha delegación, la también panista Xóchitl Gálvez, sin justificar la violencia, dijo que este tipo de actos son producto de que la gente está más enojada que nunca.

Su entrevistador le replicó indignado: ¿La gente más enojada que nunca? ¿Más enojada que en 1994-1995? Gálvez se sostuvo en su dicho.

La entrevista fue difundida por una cadena de medios electrónicos que, en la misma frecuencia, otros locutores emplean para proferir todo tipo de diatribas contra políticos mexicanos que ahora identifican como antisistémicos, porque no se tragan las ruedas de molino del gobierno.

La paja en el ojo ajeno, ¿y el barrote en el propio?

Algunos de esos locutores, por sistema, desde hace años se han regodeado insultando a los hermanos cubanos Fidel y Raúl Castro; a las ex presidentas argentina y brasileña, Cristina Fernández y Dilma Rousseff, respectivamente; al también brasileño Lula da Silva, y a los bolivarianos venezolanos Hugo Chávez y su heredero Nicolás Maduro. A éste no lo bajan de “gorila, gordo asesino, loco mantecoso”, etcétera.

En las más recientes andanadas, los favoritos de esos denuestos electrónicos son el nicaragüense Daniel Ortega y, por supuesto, el gringo Donald Trump.

Obviamente, esos locutores, con desbordada histeria, celebraron el derrocamiento de Dilma Rousseff y la derrota de Cristina Fernández. Festinan cuanto anuncio se hace sobre causas judiciales fincadas en su contra después de haber sido despojadas del poder. “· Corruptas y rateras”, son los adjetivos más socorridos.

En el caso de Venezuela, los micrófonos están cotidianamente a disposición de los voceros del golpismo.

¡Qué le vamos a hacer! Es la Libertad de Expresión.

Las injurias personalizadas son lo de menos. El pretexto para la ofensiva contra aquellos políticos, según el discurso de esos detractores, es el desastre económico en sus países, la corrupción, el saqueo de la renta petrolera, las legiones de hambrientos en las calles “clamando por alimentos”, la persecución de opositores, etcétera.

En abono a la verdad, todo aquello puede ser cierto, aunque el espectáculo se sobredimensione aquí en función del discurso de descalificación político-ideológica. Es que son populistas.

Una película escenificada aquí hace tiempo

La película que se escenifica en las principales ciudades de los países citados, se reproduce en México desde hace años y se ha cargado de dramatismo en las últimas semanas. En éstos días, por los implacables y disolventes gasolinazos.

La indignación social se potenció cuando se hizo del dominio público que, en pleno compromiso de austeridad derivado de la crisis fisco-petrolera, los diputados federales no sólo se asignaron onerosos bonos de Navidad, sino que se pusieron a resguardo contra el incremento a los precios de las gasolinas, emitiéndose a si mismos vales de consumo gratuitos.

El adelanto de los gasolinazos a enero de 2017, fue votado en San  Lázaro en octubre. En el pleno del día 20, de los 405 votos a favor, más de la mitad fueron aportados por los diputados del PRI (193) y de su mozo de estribo, el PVEM (29); ambas bancadas mangoneadas por el priista mexiquense César Camacho Quiroz.

Ahora, los defensores de Camacho Quiroz arden en santa ira por unos tomatazos. Qué delgada tienen la piel. Es cuanto.

Articulos relacionados

¿Cuántos siglos nos separan de la democracia sustancial?

Redacción Voces del Periodista

Otro periodista asesinado en el Estado de México

De cómo llegamos al Estado fallido

Redacción Voces del Periodista