Voces del Periodista Diario

Dormir al lado de un elefante

EL LECHO DE PROCUSTO Por: Abraham García Ibarra

El titulo de esta sección, nos lo apropiamos del mito de Procusto  El Posadero, quien ofrecía a los fatigados transeúnte una macabra recámara dotada una cama de acero. Si el tamaño del huésped rebasaba el tamaño del lecho, le cortaba las piernas; si le faltaba estatura, se las estiraba. No había escapatoria.

Esa parece ser la suerte del gobierno mexicano en esta temporada: Sus decisiones no atinan la medida para salir del hoyo negro en el que está hundido desde que el PRI recuperó Los Pinos en 2012.

El promisorio Pacto por México ha devenido pesadilla: Una evidencia de que la democracia contratada caduca en cuanto los contratantes caen en otras tentaciones que les parecen más rentables.

Esa tentación disolvente, es la sucesión presidencial de 2018. Ya lo advertían los emperadores: “Roma no paga traidores”. Los utiliza y luego les patea los traseros. Y lo hacía a tiempo.

Hoy, no hay posibilidad de respuesta de la partidocracia al llamado a la unidad nacional. Los partidos no se unen ni siquiera entre sí para combatir juntos en lo interno al enemigo común: El partido en el poder.

¿Cómo esperar que acepten una tregua y rescaten, si lo tuvieran arrinconado, un mínimo aliento patriótico frente al acechante externo?

Por supuesto, la encarnación del enemigo del momento tiene el rostro de Donald Trump. Pero ese el rostro de moda.

La verdadera maldición que tiene atrapado a México, es el Fondo Monetario Internacional (FMI). Hace ya 40 años, y su acción no es cíclica, como la de los titulares de la Casa Blanca. Llegó para quedarse.

Canadá se va por la libre

Diremos que el destino manifiesto de México está atado al de los Estados Unidos. “Mientras al vecino del norte le vaya económicamente bien, por añadidura a México le irá mejor”, anunciaron los tecnócratas y se lo tomaron a título de fe.

Su suicida arrogancia les impidió escuchar la advertencia del ex primer ministro de Canadá, Pierre Eliott Tradeau: Recordar que dormimos con un elefante al lado. Podemos amanecer aplastados. Canadá está negociando ya, por la libre, haciendo a un  lado a México,  la revisión del TLCAN con enviados de Washington.

En Voces Diario se escribió la semana pasada que el FMI saludó con beneplácito la asunción del presidente republicano y le auguró un magnífico año económico para 2017. La voz fue de la directora gerente Christine Lagarde.

Ayer, la misma institución diagnosticó que la economía de México está entrando en un terreno difícil. Redujo sus expectativas de crecimiento a 1.7 por ciento para este año.

Si tal es el caso, tener presente que las agencias internacionales que sancionan el comportamiento de las economías nacionales, están poniendo en calificación negativa las expectativas de la economía mexicana en función de su monstruosa deuda pública.

¿En qué quedamos? No que, según la superstición neoliberal, si a los Estados Unidos le va bien, a México también. Lo que vemos en estos días, es a México tendido en el lecho de Procusto. Es cuanto. 

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