Voces del Periodista Diario

Empieza la clásica danza magisterial

EL LECHO DE PROCUSTO Por: Abraham García Ibarra

 

Hace unos días, la dirigencia formal del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) entregó a la Secretaría de Educación Pública (SEP) su pliego petitorio para la revisión anual de las Condiciones Generales de Trabajo del magisterio, que generalmente se resuelve horas previas al Día del Maestro, el 15 de mayo.

Por razones que a su interés político conviene, el dirigente Juan Díaz de la Torre quiso mantener en secreto las demandas centrales a negociación bilateral, aunque consultada con la Secretaria de Hacienda y Crédito Público.

No deja de ser sospechosa la actitud del comité nacional del SNTE: ¿Cómo negar información al millón 200 mil trabajadores a los que dice representar?

Si el secreto fue asumido por iniciativa propia, malo. Si fue impuesto por la patronal. Peor.

En el vacío de información, con todo derecho el personal de la SEP puede caer en la tentación de tomar carriles indeseables para cuestionar en qué manos y con qué fines se oculta la gestión de sus intereses laborales.

Ahí viene el oleaje perturbador

No se puede jugar con fuego cuando la disidencia ya no sólo encabezada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), sino por otras organizaciones sindicales nacionales y estatales  que convergen con la central histórica en la defensa del interés magisterial, se convocan ya a las movilizaciones que en una operación envolvente arrancan en los estados al epicentro del conflicto: La Ciudad de México.

Si cada año de por sí la agitación es grave tanto en las sedes de las secciones estatales controladas por la CNTE en un tercio del territorio nacional, con la bandera de la resistencia a la Reforma Educativa, el riesgo se agiganta cuando el marco político de referencia es la desbocada sucesión presidencial de 2018.

El peligro radica en que el titular de la SEP, Aurelio Nuño Mayer sólo quiere negociar con un solo interlocutor. Hacerlo, atrincherado en la norma burocrática, sólo atizará el de por si convulso escenario nacional. Es cuanto.

Articulos relacionados

2018: La intención del voto, ¿es irreversible?

Redacción Voces del Periodista

¡Bájense! de los carros y los caballos de los nuevos faraones

Signos de la época: Escatología y teratología

Redacción Voces del Periodista