EL LECHO DE PROCUSTO Por: Abraham García Ibarra
“Serenidad y paciencia”, mexicanos. Frente a la crisis de seguridad, ya vuelve, ya está aquí, el varón que actúa como un caballero con los hombres, implacable con los malvados, galante con las mujeres y tierno con los niños.
Es ¡Kalimán! El primero que debe estar que salta de gusto es Vicente Fox. Cuando asistía en los setenta al campus de la Universidad Iberoamericana, antes que en todo libro de texto, se ensimismaba en la lectura del ejemplar semanario con las aventuras de tan ilustre y justiciero personaje.
Desde hace varios días, aunque no exclusivas, tuvimos noticias de su necesario retorno, después de quince años de no saber su paradero: En algunos de los pasajes del Metro, descubrimos en escaparates una selección de las mejores imágenes de Kalimán, con su biografía y resúmenes de sus hazañas.
No dábamos crédito a lo que intuíamos. Ayer, sin embargo, desde la capital de Querétaro, Mariana Chávez, corresponsal de La Jornada nos levantó el ánimo: Con renovadas energías vuelve Kalimán.
A temblar, cobardes malandros
El enigmático Hombre increíble, en cuyo turbante flamea la gema de la justicia, se hará cargo de la tarea de combatir la delincuencia organizada y “otros problemas de México”.
La nota de Chávez se generó en el Museo de la Ciudad en la capital queretana en el marco de la exposición de 70 piezas de la historieta.
Ahí mismo, el director de la empresa Superhéroe, Edgar David Aguilera explicó que el relanzamiento de Kalimán se ofrece a manera de catarsis a una sociedad que necesita soluciones, incluso a “la hambruna por valores y justicia”.
De una cosa estamos seguros: La credibilidad de Kalimán está por encima de la de los voceros del Gabinete de Seguridad Nacional y del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
¿Una fuga lúdica? Mejor que la huida de las ondas de plomo que en una sola rafagueada hace apenas unas horas en cierto lugar de territorio dejó más de mil 500 cartuchos percutidos. Sin contar con los toques de queda en Tamaulipas. Es cuanto.