EL LECHO DE PROCUSTO Por: Abraham García Ibarra

Hace seis años, a denuncia del Partido Acción Nacional (PAN) contra el gobernador Enrique Peña Nieto -por hacerse promoción política personalizada fuera del Estado de México con vistas a la sucesión presidencial de 2012-, el pleno del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación proclamó que esa estrategia inauguraba un “nuevo modelo de comunicación política”.

Por lo que respecta al Estado de México, La doctrina Alanís pasó a ser nueva institución de usos y costumbres: El gobernador Eruviel Ávila Villegas, quien aspira a la candidatura del PRI a la presidencia de la República, ha seguido el modelo y todos los días, a todas horas, invade las pantallas televisivas y las frecuencias radiofónicas de alance nacional con promociones en las que no pueden faltar su retrato y su voz.

El spot más ramplón dice que el Estado de México, es un noble árbol que produce “frutos maravillosos” que los malosos pretenden talar. Entre esos malosos, está el Sistema Nacional de Seguridad Pública que reporta, un día sí y otro también, los indicadores sobre la violencia criminal en el país, en los que Edomex se aferra a los primeros sitios.

Como sea, el Estado de México es el arrancadero en que los partidos con registro nacional juegan la apuesta de 2017 por el pase a Los Pinos en 2018.

Nieto-hijo-primo “por el honor mexiquense”

El PRI definió su candidatura única para la gubernatura. Con la consabida y obligada declinación de seis precandidatos tricolores, se validó el dedazo nepotista: Nieto-hijo de dos ex gobernadores, uno de ellos precandidato fallido a la Presidencia de México, y primo del inquilino de Los Pinos, el ungido resultó ser el diputado federal con licencia Alfredo del Mazo Maza.

A Del Mazo Maza, el PRI se la debía desde hace seis años en que fue desplazado por Ávila Villegas. Hoy, sin embargo, la correlación de fuerzas electorales no es la más cómoda para Alfredo III: Las encuestas sobre la intención del voto sitúan la perspectiva de junio en tercios. Por orden de ubicación de esas encuestas: Morena, el PAN y el PRI.

No queda claro si esa posición del tricolor en los sondeos demoscópicos se deba a que en su decisión estatal no fue tomada en cuenta la opinión del dirigente nacional Enrique Ochoa Reza pero, en todo caso, el economista y filósofo tricolor tampoco tendrá vela en el entierro en la campaña estatal, pues equipo de tarea y oferta de plataforma electoral ya fueron resueltos por el candidato.

De tal envergadura es caso Edomex en el futuro escenario de 2018, que el Instituto Nacional Electoral (INE) y la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales de la Procuraduría General de la República están tomando providencias excepcionales en el seguimiento del proceso mexiquense, para evitar el desbordamiento del cauce institucional.

Llama la atención, entre esas prevenciones, que voceros oficiosos ya estén mandando señales, no tan crípticas,  a Morena y su candidata Delfina Gómez Álvarez, advirtiéndoles que no olviden Zacatecas 2016.

Se refieren esas advertencias a que en Zacatecas, el órgano electoral canceló la candidatura morena a gobernador (revocada la medida por los magistrados electorales federales) y la pérdida de la alcaldía del municipio capital, con el argumento de que no se reportaron en tiempo y forma los gastos de precampaña.

No son indicios de poca monta los anteriores, cuando algunos trascendidos hablan de que en Los Pinos se vienen realizando encerronas de destellos azules, con el tema del 18, al que antecede, obviamente, el 17 del Estado de México.

En última lectura, ya se ha escuchado el toque a zafarrancho y resta esperar los próximos 115 días para saber de qué cuero salieron más correas, que jalarán  directamente hacia Los Pinos. Es cuanto.