Voces del Periodista Diario

“Muy noble, insigne y leal Ciudad de México…”

EL LECHO DE PROCUSTO Por: Abraham García Ibarra

En 2015, en la perspectiva de las elecciones intermedias para Congreso de la Unión y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera echó a andar su imaginación y puso en los escaparates todo tipo de ofertas sociales.

Para citar una de ellas, se entusiasmó a los votantes de la tercera edad con la promesa de préstamos precarios sin los engorrosos y desalentadores requisitos que imponen las instituciones de crédito.

 Se alborotó la polilla -la adrenalina ha quedado atrás- y legiones de ancianos se inscribieron en la Secretaría de Desarrollo Social del DF en espera de recibir ese beneficio.

En junio pasado, ese importante segmento que es favorecido con la tarjeta de Obrador -así le llaman las señoras a la identificación para hacer efectiva su pensión alimentaria- votó en su mayoría por las candidaturas que impulsó Andrés Manuel López Obrador para las delegaciones, diputaciones locales y federales.

El Partido de la Revolución Democrática (PRD) fue barrido de calle. Se tambaleó la precandidatura presidencial de Mancera: Los viejitos esperan aún  aquellos préstamos, al lado de otros muchos que desde 2014 esperan su alta en el Instituto de Atención a Adultos Mayores para aplicar en la pensión alimentaria. Ya pueden esperar dormidos en las antesalas de los centros delegacionales.

El barbarismo digital: CDMX

Ahora, para el 5 de junio próximo, el gobernante de la Ciudad de México opta por las abstracciones clientelares: La Constitución para la nueva entidad que es identificada con el barbarismo digital CDMX.

Tan bella, aquella esquela de presentación de la Muy noble, insigne, leal e imperial Ciudad de México (desde su nomenclatura como Gran Tenochtitlán) o simplemente Ciudad de los Palacios. Es la postmodernidad, ¡qué le vamos a hacer!

¿Qué pitos tocará en esa banda el citadino de la calle? Enrique Peña  Nieto (mexiquense), Emilio Gamboa Patrón (yucateco), César Camacho Quiroz (mexiquense), priistas los tres, y el propio e híbrido Mancera ya tienen cinchos sus 40 constituyentes.

Cuatro dedos amarraron los suyos. Para casi nueve millones de ciudadanos con derecho al voto, los otros 60 puestos. Y la rebatiña de la partidocracia en todo su esplendor.

El 5 de febrero pasado, fue presentada la Comisión Redactora de la Constitución para la CDMX. En total 28 notables. No nos duelen prendas para reconocer sus atributos, aunque algunos representen al impresentable PRD. Pero no son constitucionalistas.

Se sabe, de otro lado, que por allá, por el rumbo de Chivatito en las inmediaciones del Bosque de Chapultepec, desde donde llegan invariablemente los dictámenes legislativos a las cámaras federales, están encendidas las meninges, aplicadas a la redacción de su propio texto.

Se trataría, dicen los que están cerca de los cubículos de esas lumbreras, de que la CCDMX no desentone con el texto de la Constitución federal peñista. ¡Felicidades!, ciudadanos de segunda. De nuevo serán liberados de su marginación política. (Je je je).

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