Voces del Periodista Diario

Otra vuelta a la tuerca

La Teoría del Caos a galope

EL LECHO DE PROCUSTO Por: Abraham García Ibarra

La Teoría del Caos tiene determinados estadios y dimensiones sobre los que operan los sistemas dinámicos y se caracterizan como estables, inestables y caóticos.

En su aplicación específica, la Teoría del Caos corresponde a las Ciencias Matemáticas, pero el término se ha trasladado al campo de la Sociología y expresamente al de la Política.

Neófitos en la comprensión estricta de las Matemáticas, empleamos ese uso en situaciones políticas en las que el resultado es la ingobernabilidad, de la que se deriva lo que se ha dado en llamar Estado fallido, categoría en la que ha sido inscrito ya el Estado mexicano.

De Ernesto Zedillo a Enrique Peña Nieto

Desde el maquinado Error de diciembre de 1994, el sistema presidencialista mexicano no había caído en una crisis de estabilidad como la actual.

De aquella aciaga experiencia, Ernesto Zedillo Ponce de León salvó su presidencia suplente asistido ventajosamente por el presidente estadunidense Bill Clinton, que acudió al salvataje financiero oportunamente.

Ventajosamente, precisamos, porque el Departamento del Tesoro (USA) cobró su comisión monetaria sobre las operaciones de rescate del gobierno mexicano, asfixiado por el implacable y leonino acoso de los acreedores de la deuda externa; problema que en el sexenio anterior Carlos Salinas de Gortari había dado por resuelto.

Fatalmente, El factor Clinton planea de  nuevo, con impacto hoy negativo, sobre la crisis mexicana actual en su dimensión político-diplomática.

La esposa del ex presidente Clinton, Hillary, candidata demócrata a la Casa Blanca,  le echó leña a la hoguera en represalia por la acogida que el presidente Enrique Peña Nieto le dio a su rival electoral, el republicano Donald Trump.

No es ese un fenómeno estrictamente incidental, pero encuadra, exacerbándola, en la crisis económico-financiera en la que se encuentra México, empezando por la Administración Pública.

Atroces consecuencias de la contrarreforma petrolera

Dicho con toda brutalidad, el caldo de cultivo de tal crisis lo fermentó y acedó el paquete de grandes “reformas transformadoras”, entre ellas la contrarreforma petrolera, que devino rotundo descalabro cuando se ensayó irreflexivamente en un momento en que los petroprecios empezaban a desplomarse y terminaron por segar la principal fuente de ingresos del Erario federal.

Si en su momento Bill Clinton pudo echar el bote salvavidas al gobierno mexicano; ahora, Barack Obama no está en opción práctica de darle oxígeno al de Peña Nieto.

Calificadoras neoyorquinas le ponen el cascabel al gato

La razón deja de ser simple: Desde hace al menos tres semanas, las agencias calificadoras neoyorquinas comenzaron a revisar de estables a negativas las expectativas de la deuda pública mexicana porque se agotaron las posibilidades de contratar debito nuevo para solventar la acumulación anterior y no hay compromiso de acometer una nueva reforma fiscal que alivie la presión, pese a los ajustes presupuestales iniciados hace diez meses que, por el contrario, han inhibido el crecimiento de la economía.

El gobierno de Peña Nieto llevó la capacidad de endeudamiento a su límite respecto del margen tolerable en la carga sobre el Producto Interno Bruto (PIB).

Implantó esa percepción negativa la calificadora Standard & Poor’s. Le siguió apenas a principios de semana BofA Merrill Lyinch Global Research.

El segundo corporativo le puso un título electrizante a la situación del país: ¡México, malestar económico! Su conclusión, en la que aborda la crisis de seguridad, es que el potencial de crecimiento ha quedado reducido a 1.9 para 2016 y 2.1 por ciento para 2017.

Otras instancias financieras multinacionales y aquí el propio Banco de México ya habían reducido las expectativas de crecimiento para este año y el siguiente en relación con pronósticos previos.

Sobre la arrogancia, la contumacia

Merece una acotación el concepto de Teoría del Caos. Dijimos que su uso tiene como soportes las Matemáticas.

Desde que se impuso a México el modelo neoliberal, su operación se confió a los tecnócratas. Una de la disciplinas de estos profesionales, es la Econometría, asignatura que se funda en el método estadístico (Matemática pura), fundamento y diseño de objetivos de todo plan de gobierno.

En tercamente reincidentes colaboraciones editoriales, hemos apuntado dos advertencias: 1) Conocimiento no es sabiduría. “Conocimiento”, es de lo que más blasonan arrogantemente los economistas que tomaron por asalto el poder político. Le añaden la infalibilidad, y

2) Cuando el modelo neoliberal entró al umbral mexicano, se dio un encendido e ilustrativo debate en torno a la Reforma Administrativa. Se dijo entonces que la técnica debiera estar subordinada a la Política, no al revés.

Sobre la arrogancia, la contumacia: Se piensa que la crisis económica puede resolverse sólo y únicamente con cambios nominales en el gabinete presidencial.

¡Es el modelo, señores! Es el modelo. Pero éste no quiere tocarse ni con una tecla de la computadora. Los mexicanos pagan las consecuencias de la obcecación. Es cuanto.

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