Voces del Periodista Diario

Del Stan en 2005 a los terremotos de 2017

Voces del Director

Desde Filomeno Mata 8

Por Mours Salloum George (*)

Han corrido ya más de cinco años de la segunda alternancia en el poder presidencial del siglo XXI. ¿Qué balance se puede hacer de dos décadas de transición democrática? Síntesis: Los hombres públicos, con independencia de partidos, cambian de piel pero no de entrañas.

Hace todavía unos meses, voceros de las diócesis católica del sur de Chiapas denunciaban que, sobre todo en las inmediaciones del Soconusco, ambulaban  por la región familias indígenas damnificadas por los devastadores impactos del huracán Stan en 2005: 32 municipios, más de 160 comunidades, unos 20 muertos y 200 mil damnificados.

¡Estén tranquilos! les decía en sus mensajes a larga distancia el presidente Vicente Fox, a buen recaudo en una base aeronaval en territorio chiapaneco, en gira relámpago de no más de dos horas a principios de octubre de aquel año.

Vázquez Mota dejó el tiradero chiapaneco

Fox había dado instrucciones a la secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, de encargarse del plan de reconstrucción. Por estos días de diciembre de 2005, la comisionada dejaba el tiradero chiapaneco para venirse a coordinar la campaña presidencial de Felipe Calderón.

Es absolutamente probable que aquellos padres damnificados ya sean abuelos. Todavía buscan noticias sobre qué ocurrió con los auxilios ofrecidos por Fox.

En el otoño de 2013, el huracán Ingrid y la tormenta tropical Manuel golpearon severamente a miles de familias guerrerenses. No falta más: La autoridad central se hizo presente in situ en esas horas de duelo: Plan Nuevo Guerrero (PNG) en acción: Más de 70 mil millones de pesos para convertir la tragedia en renacimiento.

Durante más de cuatro años, han cambiado de titular como de funciones las secretarías de Desarrollo Social, de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, y de Hacienda y Crédito Público. El gobierno mismo de Guerrero cambió de ejecutivo.

“A Acapulco lo veo muy bien…”

No hay semana en que comunidades damnificadas de Guerrero no denuncien que toda la atención y recursos privilegiaron el puerto de Acapulco (ni siquiera al municipio) y por ello Rosario Robles Berlanga llegó a decir: ¡A Acapulco yo lo veo muy bien!

La lupa de la actual titular de Sedatur no tiene mucho alcance ni transparencia; su capacidad auditiva, menos.

Por Guerrero han incursionado la propia Robles Berlanga, el aspirante (quien sabe si ya fallido) a la gubernatura de Yucatán, Jorge Carlos Ramírez Marín, altos funcionarios de Secretaría de Comunicaciones y Transportes y de la Comisión Nacional del Agua, etcétera.

Después de cada glorioso tour, un grandioso boletín: Las cosas buenas del Plan Nuevo Guerrero queremos seguirlas contando.

Pero hay cientos de familias guerrerenses que ni siquiera fueron inscritas en el censo de damnificados de 2013; de las que fueron empadronadas no son  pocas las que todavía no reciben notificación de que tengan disponible vivienda; de las que ya las recibieron sus “casas”, muchas permanecen a la intemperie porque las obras se caen a pedazos, están agrietadas o se encharcan al golpe de la más mínima precipitación. Definitivamente, son inhabitables.

Dos millones de víctimas y el mismo choro burocrático

Septiembre 2017, doce años después del Stan: Terremoto de 8.2 grados en Chiapas y Oaxaca; terremoto de 7.1 grados en esas y otras cinco entidades. Reacción inmediata: Más de dos millones de víctimas, censos, centros de acopio, en acción el despenseros plásticos y las infaltables promesas: Nuevas viviendas en dos meses y terminación de la reconstrucción en diciembre, ¿de…?

Todos los días los medios del sureste y los de la Ciudad de México, aún los más cercanos al gobierno, siguen reportando manifestaciones de protesta por el incumplimiento de los compromisos asumidos personalmente por el presidente Enrique Peña Nieto con las víctimas de aquella región.

En la Ciudad de México el espectáculo sólo cambia de escenario y actores: Cientos de familias ven prolongarse su calvario en helados e insalubres albergues o campamentos al aire libre donde ya ni las brigadas de la sociedad civil se acercan.

Aunque durante los últimos días de septiembre y las primeras semanas de octubre se habló de previsiones presupuestales por más de 48 mil millones de pesos para la primera etapa de reconstrucción, ahora parecería que la información sobre el ejercicio de esos recursos pasó a la condición de reservada.

Igual no hay acceso al Censo de Viviendas Dañadas ni cuales fueron restauradas, reconstruidas o sustituidas en los “nuevos” asentamientos.

Para el infelizaje eternamente damnificado, lo mismo da que en Los Pinos despache un militante del PAN que uno del PRI. Los montajes mediáticos son flor de un día.                           

(*) Director General del Club de Periodistas de México, A.C.   

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