Voces del Periodista Diario

Durmiendo con el enemigo

Voces del Director

Desde Filomeno Mata 8

Por Mouris Salloum George (*)

Existe una relativa incapacidad humana: La cojera, y una calidad moral: La virtud. Cuando Napoleón citaba a acuerdo, identificaba a dos de sus ministros: Aquí están El cojo y La virtud. Eran las identidades de Fouché y Tayllerland.

Fouché era la tenebra, genio del espionaje: Creó el primer Ministerio de Policía de Francia. Es el caso, que era el círculo cercano de colaboradores de Napoleón, el que más temía al célebre José. Acaso fue el más eficaz soporte de lo que sería el Consulado y más tarde el Imperio.

Los golpes de Estado se gestan en el interior del mismo

La experiencia latinoamericana informa que los gobiernos democráticos -por supuesto, surgidos de las urnas-, caen por golpes de Estado maquinados desde el interior del aparato público.

Es que las agencias de espionaje del Estado buscan en los partidos políticos de oposición y en la sociedad civil factores de subversión contra la Seguridad Nacional, sin atender los vectores de la violencia contra las instituciones que se fermentan en las estructuras del propio gobierno.

Hoy, la Ciudad de México, con impactos en toda el área metropolitana, estuvo expuesta a una operación rigurosamente fracuada por agentes de la Policía Federal, reacios a perder sus nichos de criminalidad largamente construidos, al sometérseles al control de confianza de los órganos y mandos de la Guardia Nacional.

Las primeras señales se produjeron recientemente en el sureste de México, donde elementos de esa corporación fueron destacamentados en auxilio del Instituto Nacional de Migración. Sus condiciones de trabajo son las mismas a las que se someten los activos de las Fuerzas Armadas. No las aceptaron.

El elocuente expediente de la Policía Federal Preventiva

¡Cuidado! El problema tiende un expediente muy ilustrativo: Al asumirse el crimen organizado como riesgo en materia de Seguridad Pública para el Estado mexicano, a finales de los noventa el gobierno instituyó la Policía Federal Preventiva (PFP), dependiente de la Secretaría de Gobernación.

La nueva corporación concentraría varias agencias federales:  Cuerpos regionales bajo mando de militares en retiro, activos de servicios de Población, Migratorios y Aduanales, particularmente en los aeropuertos y puertos fronterizos y áreas específicas de la Procuraduría General de la República…

La resistencia se presentó en la Policía Federal de Caminos, cuya cabeza de sector era, en buen grado, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Los comandantes y subalternos se negaron a aceptar su nueva adscripción en la Secretaría de Gobernación.

Ahí están los registros periodísticos de ese periodo sobre los actos de provocación que fueron organizados por los policías camineros federales: Es que controlaban las carreteras federales, autopistas, terminales aéreas y accesos a la frontera con los Estados Unidos.

Eran sus fuentes de corrupción. La Unidad de Inteligencia de la PFP documentó que mandos y agentes habían sido colocados por los cárteles de la droga y de la trata de personas.

Aún más: Desde las propias torres sede de la PFP, por sistemas de comunicación supuestamente encriptados, salían los mensajes de aviso previos sobre los operativos que acometerían las áreas de dicha policía.

El doctor Alejandro Manero sabe mucho de eso

No son especulaciones ociosas: Es probable que el nuevo titular de la Fiscalía General de la República, doctor Alejandro Gertz Manero, conserve memoria documental de aquellos hechos. La tuvo en sus escritorios cuando asumió la primera titularidad de la secretaría federal de Seguridad Pública en 2000 en que, por reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, sus facultades le fueron transferidas desde la Secretaría de Gobernación.

Es, la comentada, una cuestión de primer orden en materia de Inteligencia y Seguridad Nacional. Se buscan conspiradores en la parcela de enfrente, cuando es absolutamente probable que el gobierno esté durmiendo con el enemigo.

Un Estado que se sienta responsable por la seguridad e integridad de la sociedad en su conjunto, no puede caer en actitudes permisivas. Otra cosa es institucionalizar la anarquía. El monstruo ha asomado hoy su inmunda y sórdida cabeza en la Ciudad de México.

(*) Director General del Club de Periodistas de México, A.C.

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