La Piedra en el Zapato
Por Abraham García Ibarra
Aun en la sede de los tres Poderes de la Unión, no es posible garantizar que el padre de familia que amorosamente se despidió por la mañana de sus hijos, podrá verlos de nuevo al atardecer.
Parece obvio que, en todo el territorio nacional, está resultando imperativo que las personas dispongan en su cuerpo de un tatuaje metálico indicando su identidad.
En las morgues de los servicios médicos forenses de las principales ciudades de México -atestadas-, permanecen fiambres humanos abandonados: 1) Por temor a represalias criminales por reclamarlos, y 2) Porque es imposible reconocerlos.
¿Son pocos o muchos 500 cuerpos, a veces meros girones, cuyo anonimato los remite a la noche de los tiempos?
Defensores de Derechos Humanos, periodistas, militares…
De acuerdo con datos oficiales, 500 mexicanos, cuyos restos fueron recuperados de 846 cementerios y fosas clandestinos, permanecen en un helado limbo. “No son identificables o identificados”.
Esas masas inertes aparecen entre 706 rescatadas en sitios de inhumación ilegal. Sólo 206 han sido reclamadas por sus familiares. Del resto nadie se atiende.
Peor aún otro casillero de la macabra estadística: En 2019, han sido asesinados 23 defensores de los Derechos Humanos y 15 periodistas. En enfrentamientos entre agentes del orden y bandas criminales, han perdido la vida 11 miembros de las Fuerzas Armadas federales y 85 han resultado heridos.
Es el balance presentado ayer, con los mismos datos, no con otros, por las secretarías de Gobernación, de la Defensa y de la Marina Armada de México.
Repugna hacer ejercicios de necrología o escatología
El recuento se presentó en conferencia sobre los resultados del combate a la criminalidad en lo que va del actual sexenio, en horas en que en Michoacán se conocían los saldos de una artera emboscada a elementos de la policía civil estatal, de la que resultaron 14 muertos y 10 heridos.
La gráfica, pues, debe actualizarse incluyendo los reportes de otros estados que pasaron de bajo perfil por la prioridad que le dieron los medios al terrible suceso michoacano. En Tabasco, por ejemplo, en un lapso de 72 horas se registraron 20 homicidios, la mayoría dolosos; en Oaxaca fue ejecutado un maestro militante de la CNTE, en el estado de México fue hallado el cuerpo de una mujer calcinado. Y así, hasta el infinito.
No es oficio grato hacer ejercicios de necrología o de escatología, pero es la realidad nacional, Qué le vamos a hacer. Es cuanto.