VOCES OPINIÓN Por: Lic. Mouris Salloum George.
El gobierno mexicano -dice un boletín de la Secretaría de Relaciones Exteriores- apoya los esfuerzos por el diálogo en la República Bolivariana de Venezuela. Desliza un condicionamiento: Siempre y cuando se apegue al Estado de Derecho.
No puede ser de otra manera: Dícese que, en México, la solución de todo conflicto político se ciñe escrupulosamente al Estado de Derecho.
La fuente que cita el boletín de la cancillería sobre ese tema, es la ministra del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez.
Lo cierto es que, desde el jueves 26 de mayo pasado, el secretario del Departamento de Estado (USA), John Kerry dio a conocer que a instancias del ex presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se procesa aquella opción que, dijo Kerry, “reforzó el apoyo de Washington a la iniciativa”.
Con Rodríguez Zapatero participan en el esfuerzo de reconciliación venezolana los ex presidentes de República Dominicana, Leonel Fernández; y el de Panamá, Martín Torrijos.
En dirección contraria, el ex presidente mexicano Felipe Calderón, con otros aliados latinoamericanos y, según se hizo evidente la semana pasada, con apéndices del Partido Popular español, han procurado el derrocamiento del presidente venezolano Nicolás Maduro.
Tenue reacomodo de la diplomacia mexicana
No puede pasarse por alto que la Cancillería mexicana, en lo que va de 2016, ha facilitado en México -donde ha auspiciado su presencia en medios de comunicación metropolitanos- el activismo de los opositores del gobierno bolivariano, que incluso han encontrado en el presidente de la directiva del Senado, el panista Roberto Gil, una inusual solidaridad y una invaluable caja de resonancia.
Pero ha hablado Washington y el gobierno mexicano revisa su línea diplomática.
Eso es lo importante: Finalmente, frente a la intransigencia de los beligerantes venezolanos, empieza a verse una lejana luz en el túnel.
Vale hacer votos porque esa luz no sea la de un tren que recorre el túnel en sentido contrario. Sería lamentable.