Por Cnl My (R) Gabriel Camilli
Los drones sobre Moscú, el sabotaje de las líneas eléctricas y de suministro: todos estos son episodios que han alimentado muchas especulaciones sobre el progreso de la guerra en Ucrania. Con estas acciones, el conflicto también fue llevado a territorio ruso, sin embargo hasta el día de hoy ha sido casi imposible atribuir la paternidad de tales ataques. Son muchas las pistas que han centrado la atención en Kiev y, en las últimas horas, se han dado a conocer en un reportaje de la CNN pistas capaces de confirmar la mano ucraniana detrás de las últimas acciones en Rusia.
Recordamos también que, el pasado 26 de septiembre, tres explosiones submarinas afectaron a los gasoductos Nord Stream 1 y 2, un plan detallado de Ucrania para sabotear el mencionado gasoducto, que se llevaría a cabo mediante el uso de un pequeño equipo de buzos que reportaría directamente al Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Esta es la sensacional indiscreción reportada en estos días por el Washington Post, según la cual los detalles de la incursión secreta en Kiev fueron recuperados por el servicio de inteligencia europeo.
En particular, desde el comienzo de la guerra los servicios de inteligencia de Kiev habrían logrado establecer una red de saboteadores que operan desde Moscú y otras ciudades de la federación. Todo dentro del contexto de una estrategia bien definida, destinada a desestabilizar el marco político ruso y obligar a la Defensa rusa a distraer hombres y equipos de los territorios ocupados. Es interesante destacar una incursión armada realizada entre el 22 y el 23 de mayo de 2023 por un grupo armado pro-ucraniano de sabotaje y reconocimiento que cruzó la frontera con Rusia desde el óblast de Járkov hacia el óblast de Bélgorod. Dos grupos formados por miembros de la oposición armada rusa leales a Ucrania, la Legión Libertad de Rusia (LSR) y el Cuerpo de Voluntarios Rusos (RDK, por sus siglas en ruso), atacaron diversos objetivos, todo esto como parte del esfuerzo por distraer fuerzas rusas y crear conflictos internos.
El informe de CNN se inspiró en revelaciones de funcionarios de inteligencia estadounidenses y, entre otras cosas, en documentos del escándalo de filtración del Pentágono. Los funcionarios revelaron la creencia de los servicios de seguridad de los Estados Unidos de que las células están operando en Rusia bajo las órdenes de la inteligencia de Kiev. Se trataría de rusos que simpatizan con la causa ucraniana o se oponen a las últimas medidas del Kremlin. Pero también puede haber miembros del servicio secreto ucraniano (y otros) infiltrados.
Las células que operan desde territorio ruso recibirían instrucciones sobre cuándo, dónde y cómo atacar. Según CNN, Kiev llegó a desarrollar esta red después de meses de intenso trabajo y entrenamiento de miembros de grupos pro-ucranianos. La decisión de operar directamente en territorio ruso se tomó en los círculos de los servicios de inteligencia ucranianos, sin embargo, también con la bendición del gobierno y las autoridades políticas.
De hecho, el informe citaba un pasaje de uno de los documentos obtenidos del Pentágono, según el cual el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky sugirió personalmente a finales de febrero atacar el oblast de Rostov y, en particular, los lugares de reunión de las tropas rusas en ese entonces ubicados en el sur de Ucrania. Hoy la red de simpatizantes pro-Kiev en Rusia parecería tener cierta intensidad: en su interior habría “simples” saboteadores, con la tarea de apuntar a infraestructuras rusas individuales mediante ataques dirigidos, así como combatientes entrenados en el uso de drones.
Los partisanos, los espías y los colaboradores de ambos bandos se entrelazan y forman redes de apoyo a las operaciones militares contribuyendo al cumplimiento del objetivo de desgastar la moral y el poder de combate del oponente. En este contexto, cobra especial valor el pueblo (das Volk) la confluencia del odio, la enemistad y la violencia primitiva de su esencia como ciego impulso natural, según nos refiere Clausewitz.
En los últimos tiempos, ha ganado notoriedad un nuevo concepto para describir el choque entre fuerzas regulares e insurgentes. Se trata de la llamada `guerra asimétrica’, en la que se miden bandos con fuerzas muy dispares. Este tipo de guerras aplica cuando uno de los oponentes tiene tal poder que su enemigo no puede confrontarlo en su terreno, y este recurre entonces a las tácticas que se describen como asimétricas.
Es bueno recordar como marco teórico de este análisis la Teoría del partisano, de Carl Schmitt y la forma en que puede evolucionar el conflicto actual. Quien nos da algunas características de este tipo de guerra:
– Carácter de irregularidad de la guerra partisana: como lo expresó Mao Tse Tung, en su momento, “la guerra revolucionaría es en nueve décimos guerra no abierta, no regular y solamente en un décimo guerra militar abierta”. – El componente de alta intensidad política: “Hay que mantener el carácter intensamente político del partisano para no confundirlo con el vil ladrón y atracador que piensan exclusivamente en su provecho particular, sin tener otros motivos”. (Schmitt 1966: 25)
– La movilidad: un tercer rasgo que, para Schmitt, la difícil ubicación en un sitio determinado. “Movilidad, rapidez y cambios bruscos de ataque y retirada, en una palabra, movilidad acentuada sigue siendo, aún hoy, una característica del partisano. Tecnificación y motorización incluso intensifican la movilidad”. (Schmitt 1966: 27)
– Carácter telúrico del partisano: conoce “milimétricamente”, como “la palma de su mano”, el territorio en el cual se mueve.
– Relación amigo-enemigo: expresa Schmitt: “El partisano moderno no espera ni gracia ni justicia del enemigo. El dio la espalda a la enemistad convencional con sus guerras domesticadas y acotadas, y se fue al ámbito de otra enemistad verdadera, que se enreda en un círculo de terror y contraterror hasta la aniquilación total”. (Schmitt 1966: 20)
– El tercero interesado: según Schmitt, siempre hay un tercero interesado que apoya al grupo irregular y que si es un Estado, le confiere un cierto carácter de legitimidad al grupo insurgente. “El tercero poderoso no solamente suministra las armas y municiones, el dinero, la ayuda material y los medicamentos necesarios, sino que también procura una especie de reconocimiento político, necesario al partisano que lucha de manera irregular para no descalificarse como el atracador o el pirata y para no caer en lo apolítico, que es idéntico en este caso a lo criminal”. (Schmitt 1966: 105)
– Espacialidad y desarrollo científico-técnico: el desarrollo tecnológico no solamente ha provisto a los combatientes, y a las armas contemporáneas, de nuevos, eficaces, y letales artefactos bélicos, sino que también modifica las estructuras del espacio y sus ordenamientos.
Volvamos al presente. La alarma de la represa en Ucrania sonó poco antes del amanecer del 6 de junio. Los niveles de agua en la última cascada del Dnieper habían sufrido un aumento repentino, provocando las primeras inundaciones en la zona de Nova Kakhovka. Allí está una de las seis presas ubicadas a lo largo del río, la más importante del sur de Ucrania. La estructura, inmediatamente después de los primeros controles, resultó gravemente dañada. El escenario más temido se había producido. En unas pocas horas, se inundaron territorios enteros en la parte sur del óblast de Kherson. El nivel del agua continúa aumentando tanto en las áreas ocupadas por Rusia como en las controladas por Ucrania. El temor ahora es el de presenciar inundaciones dramáticas, capaces de afectar también la dinámica actual de la guerra, para ambos bandos.
La presa es importante por dos aspectos: gracias a esta obra, se asegura constantemente el agua para regar los campos en el oblast de Kherson y para alimentar el único canal que abastece a la península de Crimea. Además, la presa está asociada a una central eléctrica con una capacidad de 357 MW.También por este motivo, la infraestructura de Nova Kakhovka estuvo en el centro del enfrentamiento entre Rusia y Ucrania ya en 2014, tras la anexión de Crimea por parte de Moscú.
En esa ocasión, el gobierno de Kiev cerró el canal alimentado por la presa, causando muchos problemas en la península. Quizás no sea casualidad que la invasión rusa de 2022 comenzara aquí mismo: con el avance de las tropas enviadas por el Kremlin, el 26 de febrero del año pasado las autoridades de ocupación rusas reactivaron de inmediato el cauce artificial.
El ping pong sobre la responsabilidad. La implicación directa de la presa en el conflicto fue quizá, por desgracia, sólo cuestión de tiempo. La presa se encuentra a lo largo de la línea de contacto entre los dos frentes. A un lado del río están los ucranianos, que han vuelto a la zona de Kherson tras el exitoso contraataque de octubre. Por otro lado están los rusos, que controlan la ciudad de Nova Kakhovka. Pero, ¿quién llevó a cabo el ataque fatal a la infraestructura? Desde Kiev se acusa directamente a las fuerzas rusas. Mykhailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, mencionó la brigada motorizada 205 del ejército ruso en una entrevista. Según la versión de Podolyak, sus miembros habrían atacado la presa. “El objetivo de la operación -escribió Podolyak en Twitter- es crear obstáculos insuperables al avance de las tropas ucranianas”. En Moscú, sin embargo, el dedo apunta a Kiev. “La planta hidroeléctrica de Shandors en Nova Kakhovka -dijo el jefe de la administración prorrusa de Nova Kakhovka, Vladimir Leontyev, a algunos periodistas locales- fue dañada por los bombardeos de las tropas ucranianas”. Incluso desde el Kremlin, a través del portavoz Dimitry Peskov, han llegado acusaciones directas contra los ucranianos.
Consecuencias. La primera consecuencia la paga, como siempre en la guerra, la población local. Tanto en las áreas ocupadas como alrededor de Kherson, la inundación del Dnieper al colapsar la presa está provocando inundaciones muy graves. En Nova Kakhovka el agua ya ha invadido el centro de la ciudad, en la ciudad de Kherson se esperan inundaciones en varios distritos. Se ha invitado a los ciudadanos a seguir las medidas de seguridad dictadas por las autoridades militares y civiles. El presidente ucraniano Zelensky dijo que al menos 80 localidades podrían verse afectadas por las inundaciones. Según Kiev, al menos 11 de los 28 tramos que componen la presa sufrieron daños.
La alarma para la planta nuclear de Zaporizhzhia. También surgieron temores por la planta atómica de Zaporizhzhia, controlada por tropas rusas desde marzo de 2022. El peligro está centrado sobre todo por una posible bajada del nivel del agua en el embalse que alimenta la planta. La OIEA, la agencia de la ONU para la seguridad nuclear, al principio tranquilizó. “Expertos de la OIEA – se lee en un tuit publicado en el canal de la agencia – en la central nuclear de Zaporizhzhia están siguiendo de cerca la situación; no existe un riesgo inmediato para la seguridad nuclear en la instalación”. Sin embargo, unas horas después surgieron algunos temores específicos. “Si el nivel del agua en el tanque utilizado para enfriar la central nuclear de Zaporizhzhia cae por debajo de los 12,7 metros, será imposible seguir bombeando”, dijo el director Rafael Mariano Grossi.
También debemos aclarar que, las consecuencias podrían ser claramente evidentes desde el punto de vista de la guerra en cuanto a las operaciones militares. En algunos videos que han aparecido en las últimas horas en las redes sociales, se puede ver a pequeñas embarcaciones con soldados ucranianos a bordo abandonando rápidamente los islotes en el Dnieper cerca de Kherson. Por otro lado, muchas trincheras rusas se habrían inundado y las tropas trasladadas rápidamente a otros lugares. También hay temores por el suministro de agua de Crimea. La línea del frente se ha visto gravemente afectada. Todo a pocas horas de la probable contraofensiva lanzada por los ucranianos en los oblasts de Zaporizhzhia y Donetsk. El área de Kherson también podría ser candidata para futuros ataques ucranianos. Pero todas las operaciones en la zona, después de las inundaciones, inevitablemente se pospondrán.
*El autor es Director del Instituto ELEVAN.