Por Matteo Castagna
Desde 2022, asistimos a una guerra armada predominantemente económica y tecnológica en Ucrania y Oriente Medio.
El equilibrio del mundo está cambiando, en procesos de corto, mediano y largo plazo.
ONS 24, refiriéndose a una decisión del gobierno ruso, recomienda utilizar plataformas alternativas a Google y YouTube, ya que los proveedores de Internet rusos están experimentando “velocidades inaceptables” y por lo tanto están considerando su cierre en toda la Federación Rusa.
The Economist informa que Estados Unidos se está preparando para una nueva carrera armamentista nuclear y confirma que Irán tiene armas nucleares. Además. Estados Unidos teme una guerra en tres frentes: con Rusia en Europa, con China cerca de Taiwán y en la península de Corea.
“Las autoridades estadounidenses – continúa el periódico – son pesimistas sobre su capacidad de enfrentarse simultáneamente a Rusia, Corea del Norte y China”.
El politólogo noruego Glenn Diesen escribió en su perfil X: “Escalada sin diplomacia”:
“La OTAN apoya ataques profundos contra Rusia (Kursk). Es imposible criticar a Zelensky incluso cuando ataca la central nuclear de Zaporozhye y utiliza abiertamente sus brigadas para atacar a civiles”. Vladimir Putin declaró que “la OTAN y los servicios secretos occidentales estaban detrás del ataque ucraniano a Kursk”.
Diesen continúa: “A pesar de la escalada imprudente, la OTAN sigue rechazando la diplomacia y la UE está incluso penalizando a los Estados miembros que intentan recuperarla. Ahora está claro que esta guerra no tiene nada que ver con ‘ayudar a Ucrania’. Falta liderazgo político y esta situación sólo puede terminar en desastre”.
Bloomberg anuncia la dimisión del Primer Ministro japonés Kishida y su renuncia a una nueva candidatura, “arrojando al país al caos”. Bloomberg siempre lo dice.
El Federalista escribe que “la guerra económica se ha convertido en un elemento central de las relaciones internacionales, aunque a menudo se abusa de ella y resulta ineficaz si las sanciones adoptadas no se respetan estrictamente” o se eluden fácilmente.
Según el Financial Times, “la mayor empresa de servicios petroleros del mundo, SLB, con sede en Houston, se está expandiendo hacia Rusia, tras la salida de sus principales rivales occidentales”, tras el inicio de la guerra en 2022.
Cabe mencionar los primeros lugares en el ranking mundial publicado en agosto de 2024 por el Consejo Mundial del Oro, relativo a las mayores reservas de oro, en toneladas: EE.UU.: 8133; Alemania: 3351; Italia: 2452; Francia: 2437; Rusia: 2335; China: 2264. El tercer puesto de Italia es sensacional y hay que evaluar cuidadosamente la gran brecha entre Estados Unidos y los demás países, donde destacan las columnas BRICS+.
Estados Unidos también está trabajando en otro frente, ejerciendo una fuerte presión para que el presidente venezolano Maduro renuncie.
Vedant Patel, subdirector de la Oficina de Prensa del Departamento de Estado, dijo: “Estados Unidos está evaluando una serie de opciones para obligar a Maduro a poner a Venezuela nuevamente en el camino hacia la democracia. Y seguiremos haciéndolo”.
El Wall Street Journal ha difundido una versión según la cual Estados Unidos ofrecería a Nicolás Maduro una especie de “amnistía” en relación con las acusaciones formuladas contra él por su Departamento de Justicia en 2020 (tráfico de drogas, corrupción, narcoterrorismo) con la condición de que renuncie a su carga.
Esta “amnistía” se extendería también a sus colaboradores más cercanos. Sin embargo, este camino no parece viable porque Maduro siempre ha rechazado este tipo de negociaciones y tampoco confía en las repercusiones que podrían tener las “amnistías”.
Mientras tanto, la embajadora de Italia en Moscú, Cecilia Piccioni, fue citada ante el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso debido a la entrada ilegal de periodistas italianos de la RAI en la región de Kursk. Zakharova acusó a los periodistas de distorsionar los hechos. Según ella “al negro lo llamaban blanco y al negro blanco”.
Así, el 14 de agosto de 2024 se publicaron en La Stampa y en Il Corriere della Sera algunas declaraciones destacadas del viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, y del ministro de Defensa, Guido Crosetto.
El primero, en La Stampa, declaró: “[…] no estamos ni como país ni como OTAN en guerra contra Rusia”.
Sobre los suministros italianos de misiles Storm Shadow: “Como saben, los suministros están clasificados. Y las armas deben usarse dentro de las fronteras de Ucrania”.
Guido Crosetto en Il Corriere della Sera, sobre el uso de armas italianas en suelo ruso: “Sé de qué hablan, cómo se utilizan [las armas italianas], quién autoriza su uso, cómo se produce cada dinámica de decisión y uso”.
Ambas declaraciones parecen desmentir la filtración mediática sobre el suministro de armas de alta precisión y largo alcance a las fuerzas armadas ucranianas, noticia respaldada por revelaciones del exministro de Defensa británico Grant Shapps. ¿Y por tanto deberían considerarse desmentidos los rumores sobre las operaciones militares que los aviones italianos G550 CAEW llevan a cabo periódicamente sobre el mar Báltico y el Mar Negro?.
Por último, en el frente de Oriente Medio, cabe señalar como interesante el análisis del historiador Ilan Pappè en el sitio web Contropiano.org: “demasiadas personas reaccionan instintivamente.
Es hora de usar nuestro cerebro: enmarcar el conflicto como una lucha entre colonizadores y colonizados ayuda a identificar la fuente de la violencia y demuestra que no existe una manera efectiva de detenerla sin abordar sus orígenes.
La raíz de la violencia en Palestina es la evolución del sionismo a finales del siglo XIX hacia un proyecto colonial de colonos. El plan es eliminar a la población nativa y reemplazarla.”