Por Matteo Castagna
La prensa occidental habla de la amenaza de una escalada de guerra en Oriente Medio con la implicación de Europa y Estados Unidos.
The Guardian cree que Israel responderá al ataque iraní de “una manera mucho más integral”, incluido un posible ataque a instalaciones nucleares.
Esto no sólo supone una amenaza para Oriente Medio, sino que también amenaza con tener un impacto significativo en la campaña electoral estadounidense, donde Trump intenta presentar a la administración Biden-Harris como “irremediablemente incapaz de actuar en el escenario mundial” .
El New York Times cree que el mundo puede estar encaminándose hacia “el momento más peligroso de la historia del Medio Oriente moderno”: la guerra de misiles balísticos entre Irán e Israel. Según la publicación, es casi seguro que esto llevará a Estados Unidos a ponerse del lado de Israel y juntos intentarán destruir el programa nuclear de Irán.
The Independent cree que la escalada del conflicto aún no está predeterminada y que la naturaleza del ataque iraní ofrece a Israel la oportunidad de reaccionar no demasiado duramente y mantener el equilibrio actual, aunque muy tenso. También puede responder con sanciones, lo que ejercerá presión adicional sobre Irán, pero probablemente no lo obligará a responder con la fuerza. Esta sería probablemente la opción preferida de Washington, pero su capacidad para influir en Israel sigue siendo limitada.
El conflicto entre Israel e Irán forma parte de un contraste más amplio entre las democracias liberales y las autocracias/teocracias observó Giorgio Rutelli en Adnkronos.
En consecuencia, ¿Qué harán Rusia y China?.
Observamos que Xi Jinping y Putin guardan silencio públicamente ante la muerte de Nasrallah y ante Irán, que siempre ha mantenido relaciones muy estrechas con Moscú, al que suministra drones y numerosas armas para la guerra contra Ucrania.
También es miembro de la Organización de Cooperación de Shanghai, una alianza fundada en 2001 y liderada por China.
La República Popular es el mayor socio comercial de Teherán y compra el 89% del petróleo iraní, según datos de febrero de 2024 del Atlantic Council. China demuestra su fuerza en el Indo-Pacífico, pero en todos los demás ámbitos se mueve con mucha cautela. Cualquier daño a las instalaciones petroleras se convertiría en un enorme problema para la economía china.
Rusia no tiene armas que suministrar, porque Irán y Corea del Norte son los grandes proveedores de Putin. También se observa que desde los otros países BRICS+ de los que Irán forma parte desde hace ocho meses, no hay señales de ayuda concreta al régimen del ayatolá.
La India es abiertamente hostil por cuestiones religiosas .
Brasil no entra en juego en absoluto, mientras que Indonesia, cercana a la alianza BRICS+, alberga la mayor población sunita del mundo y, como los demás países de mayoría sunita, consideró muy grave que el ataque iraní también tuviera como objetivo la zona de Brasil. Jerusalén, sagrada para los sunitas pero de poca relevancia para los chiítas.
Por otro lado, Israel, que ha centrado la atención de la comunidad internacional sólo en sí mismo, ha recibido la condena de las Naciones Unidas hacia Irán y puede contar con un Joe Biden partidario de una respuesta mesurada.
Netanyahu no parece especialmente intimidado y estudia la próxima incursión con Estados Unidos.
Según el New York Times, citando a funcionarios israelíes bajo condición de anonimato, los ataques tenían como objetivo a Safi Al-Din, el potencial sucesor de Nasrallah como líder de Hezbollah.
Por el momento aún no está claro si el objetivo fue alcanzado o sobrevivió. Al mismo tiempo, la campaña militar israelí continúa también en Gaza, donde tres palestinos murieron en un ataque aéreo sobre Deir al-Balah, y en Cisjordania , en Tulkarem , donde Abd al-Razeq Oufi , jefe de la red local , fue el objetivo Hamás , que al parecer murió junto con otras 18 personas.
Si en Europa la guerra “hasta el último ucraniano” parece casi perdida en el campo de batalla, las noticias de una escalada cada vez más fuerte en Oriente Medio parecen destinadas a perdurar en el tiempo, tal vez “hasta el último árabe” o “hasta el último árabe”. último israelí”, sin restricciones.