El presidente Obama no ha llamado para felicitar a Netanyahu, que ahora está tratando de construir una coalición entre los partidos de derecha y su propio Likud, que ganó de manera decisiva en las elecciones parlamentarias del martes.
La Casa Blanca se propone reevaluar la política en el proceso de paz en Oriente Medio después de que Netanyahu abandonó un compromiso antes de un Estado palestino independiente, al parecer para apuntalar el apoyo entre los conservadores en Israel .
El secretario de prensa de Obama, Josh Earnest, reafirmó la creencia del presidente en la solución de dos estados, y condenó enérgicamente la decisión de Netanyahu para conseguir apoyo con comentarios incendiarios sobre una alta participación entre los votantes árabes israelíes. Netanyahu utiliza una de 28 segundos de vídeo en la jornada electoral para advertir que los árabes israelíes estaban siendo transportados en autobús a las urnas “en masa”.
“El gobierno de los Estados Unidos está profundamente preocupado por la retórica que pretende marginar a los ciudadanos árabes israelíes”, dijo Earnest.”Esto socava los valores y los ideales democráticos que han sido importantes para nuestra democracia y una parte importante de lo que une a los Estados Unidos e Israel en conjunto.”
Y agregó: “La retórica que pretende marginar a un segmento de su población es profundamente preocupante, es divisivo.
El secretario de Estado John Kerry, quien ha peleado duro en el proceso de paz en Oriente Medio, y se encontraba en Suiza para la fase final de las conversaciones nucleares con Irán dijo que Netanyahu ha luchado duro para echar por tierra lo ganado. Deliberadamente se negó a responder a las preguntas sobre los resultados de las elecciones israelíes.
Funcionarios del Departamento de Estado dijeron después que Kerry llamó a Netanyahu para felicitarle por los resultados. “Fue una breve llamada telefónica”, dijo Jen Psaki, su principal portavoz. “Ellos no discutieron cuestiones de fondo.”
Fría respuesta de Washington a la victoria inesperada decisiva de Netanyahu llegó como analistas predijeron que las relaciones entre el primer ministro israelí y el presidente de Estados Unidos no se recuperará hasta el término de Obama llega a su fin.
La brecha entre la administración Obama y el gobierno israelí llegó tocando fondo a principios de este mes, después de que Netanyahu desairó la Casa Blanca mediante el uso de un discurso polémico ante el Congreso dominado por los republicanos para denunciar el acuerdo nuclear con Irán emergente.
La relación entre Obama y Netanyahu ha sido tensas desde hace años, y se ha deteriorado dramáticamente en los últimos 12 meses. El colapso de las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos patrocinadas por Estados Unidos en abril ha dañado las relaciones con Washington y se expone la falta de influencia ejercida por Kerry.
Meses más tarde, el bombardeo de siete semanas militar de Israel de Gaza tensa aún más las relaciones con la Casa Blanca, que respaldó a su aliado tradicional al tiempo que expresa una creciente inquietud por la muerte de civiles palestinos. Los intentos de Kerry para negociar un alto el fuego en el conflicto también terminó en un fracaso vergonzoso.
Sin embargo, fue la decisión de Netanyahu a pronunciar su discurso en contra de un acuerdo nuclear con Irán antes de que el Congreso controlado por los republicanos que más hizo para enfurecer a la administración de Obama.
Mayores cifras de la Casa Blanca han minimizado públicamente el daño a las relaciones, pero las consecuencias del discurso de Netanyahu fueron inmediatos y de largo alcance.
Tres días después de la visita de Netanyahu, en un movimiento significativo que pasó casi desapercibida para los medios de comunicación de Estados Unidos, la Casa Blanca en silencio lo nombrócomo una figura polémica en Israel a un puesto clave de la política de Oriente Medio.
Rob Malley, que ya tenía un papel principal en el Consejo de Seguridad Nacional, se hizo asistente especial del presidente y coordinador de la Casa Blanca para Oriente Medio, Norte de África y la región del Golfo.
Malley, quien reemplaza a alto asesor de Obama Philip Gordon, fue despedido del equipo de campaña de Obama 2008 cuando se supo que había conocido a Hamas en su papel anterior con el Grupo Internacional de Crisis.
Un asesor de la Casa Blanca de Clinton, Malley también fue parte de las fallidas conversaciones de Camp David en el año 2000. Más tarde escribió una evaluación de las negociaciones que desafiaron una opinión de consenso que culpó a la delegación palestina.
Aunque Malley es muy respetado en los círculos políticos, su ascenso por Susan Rice, asesora de seguridad nacional de Obama, mostró desafiando a los críticos israelíes. “Podría ser que la promoción se debe enviar un mensaje a Israel”, dijo la fuente diplomática.
Con información de The Guardian