Voces del Periodista Diario

Las células durmientes, ¿duermen de veras?

La Piedra en el Zapato

Por Abraham García Ibarra

El núcleo de esta entrega, son las preguntas, ¿cómo se generan el flujo y reflujo de organizaciones políticas clandestinas; cómo, en determinados momentos, sus militantes son incitados a convertirse en células durmientes y cuándo son echados de nuevo a andar?

La tipificación de células durmientes predomina, sobre todo, en la investigación de operaciones en el universo terrorista.

El escenario desde el que arrancamos esta entrega, es España:

El presidente de Gobierno español Pedro Sánchez, ha convocado a elecciones adelantadas para el 28 de abril. Por lo pronto, ayer se hizo público el proyecto de decreto de disolución de las Cortes.

Algunos analistas domésticos, desde Madrid, estiman que, eventualmente, Sánchez y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) pudieran ser ratificados en el poder por los votantes en ese proceso.

La posibilidad se sustenta en la fragilidad del Partido Popular (PP), debilitado por la masiva migración de sus militantes rumbo a Vox, en pleno auge desde que sus animadores empezaron a cuestionar severamente a Mariano Rajoy.

Por razones de método editorial, ya que entramos en territorios de la derecha y la ultraderecha políticas, continuamos con lo que puede parecer una trasgresión. Creemos que no lo es.

De cómo subordinar el Estado a las sociedades intermedias

Particularmente desde el papado de León XIII, con la reformulación de la Doctrina Social de la Iglesia Católica bajo el imperativo del Bien común, se socializó el principio de subsidiariedad.

En la sesgada lectura por algunos maliciosos intérpretes, ese uso pretende desplazar la supremacía del Estado sobre la sociedad civil, invirtiendo los papeles.

En los países con predominio católico, México entre ellos, el clero le dio cobertura al activismo político religioso con la figura de sociedades intermedias, asistidas invariablemente por un ministro católico.

Esas sociedades fueron parte de la institucionalidad formal de la Iglesia católica mexicana. Bajo el mismo caparazón, sin embargo, se anidaron sectas que, renunciando a la lucha política pacífica, han optado por la violencia.

La Conferencia Episcopal Española revisa el expediente de Vox

Retornamos a España y la pugna por el poder político, en cuyo centro de gravedad está Vox.

La Conferencia Episcopal Española, permeada por la preocupación por la irrupción de esos movimientos en la estructura orgánica de la institución eclesial, denunciada por formaciones partidistas con registro legal, ha ordenado investigaciones a cargo de sus propios obispos y cardenales, o tomado nota de aquellas procedentes de otras fuentes civiles.

En esas indagatorias se ha hecho el hallazgo de una liga que se resume en una santísima trinidad: PP-Vox-Espectro político religioso que acerca, entre otras sectas, al Opus Dei y El Yunque; éste factura mexicana.

Sobre ese entramado señorea actualmente el franquismo recalentado desde el periodo de transición, después de la muerte de El caudillo.

Con menos relevancia pública, se cita también, en el expediente en revisión, a Los legionarios de Cristo, del célebre pederasta mexicano Marcial Maciel Degollado.

 Aunque el poder económico español no es campo ajeno -en no pocos casos, es origen- a la infiltración de dichos movimientos radicales escudados en la inspiración religiosa romana, su hábitat natural es el poder político.

Opus Dei: A su fundador se le consideró enfermo mental

Con esas cartas de presentación, durante los periodos del PP en el mando gubernamental, el gabinete de ministros, las instituciones legislativas y el propio Ministerio de Justicia han tenido espacios para agentes procedentes de aquel contaminante venero, que irrigó el Opus Dei.

El Opus Dei fue fundado hacia 1928 por Josemaría Escrivá de Balaguer, después diagnosticado enfermo mental. Se le otorgó al tiempo la patente de prelatura personal. En 1968 se removió fraudulentamente el Señorío de Peralta para darle el rango de marquesado, con cuyo título fue revestido Escrivá.

Los caminos de Dios son inescrutables  

Vox ha ganado posiciones en el Parlamento Europeo, en las Asamblea Nacionales y, en más recientes semanas en elecciones provinciales. Es su capital político para incidir en las próximas elecciones adelantadas para abril.

Desde hace al menos una década, el centro de atención ha sido El Yunque, importado a España desde México hacia la década de los setenta.

Dado su secretismo -similar al del Opus DeiEl Yunque carece propiamente de un estatuto jurídico conforme el Derecho Electoral español.

Los membretes visibles son, entre otros, Hazte Oír, Profesionales de la Ética, Camino Neocomunal, etcétera. Se unen contra las Leyes de injerencia social por parte del Estado y el aborto, y por la Educación desde su visión doctrinaria.

Caracterizado el fenómeno político español, dos elementos se articulan para darle continuidad a esta narrativa: 1) La presencia en México, en 2006, del conspicuo gurú del Partido Popular, José María Aznar, para promover el voto en favor del candidato presidencial del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, y

2) Lidera Vox, Santiago Abascal, apellido de reminiscencias de una familia de ultraderecha mexicana: La de Salvador Abascal Infante y sus descendientes Abascal Carranza.

Las primeras brechas mexicanas en el siglo XX

En la ruta mexicana, desde la primera mitad de la segunda década del siglo XX, se encuentran La Unión y Las legiones: La primera, formada mayoritariamente por jóvenes sacerdotes católicos, comprometidos en el combate contra la Constitución de 1917. Las segundas, como células clandestinas después de la Guerra cristera.

Ambas formaciones sectarias convergieron, en 1937, en la formación de la Unión Nacional Sinarquista (UNS), algunos de cuyos apologistas denominaron a sus cuerpos de lucha Las milicias del espíritu, postulantes del imperio de Cristo Rey.

El pastor y comandante de la UNS más sobresaliente, por intransigente y excelente organizador, fue el nombrado Salvador Abascal Infante.

Para 1939, la UNS tenía un padrón de más de 90 mil militantes activos en territorios de los estados, sobre todo, los de El Bajío. Sus conductores eran reacios a la opción partidista para la participación cívico-electoral.

En el mismo año se fundó el PAN, llamado por algunos investigadores La alternativa católica a la Revolución mexicana. Manuel Gómez Morín pretendió unificar fuerzas de derechas contra el cardenismo.

Gómez Morín negoció con Abascal Infante un pacto en los momentos en que el general renegado, Juan Andrew Almazán, se lanzaba en la disputa por la Presidencia de México.

La UNS y el PAN, cada uno por su lado, se constituyeron en tributarios de esa candidatura, si bien el líder de la UNS puso su mundo aparte cuando Gómez Morín se negó a darle el control de la jefatura nacional azul. Poco faltó para que el general Andrew Almazán fuera convencido de alzarse en armas contra el gobierno.

“Los ratones” salen de sus agujeros

Destacados jefes de la UNS no ocultaron sus simpatías por los regímenes totalitarios; para ese efecto, el fascismo y el nazismo, conjuntados en España por el franquismo. Éste, aupado por la Santa Sede y bendecido en la persona de Franco por el fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer.

Por su propio camino, la UNS se mudó en 1946 a Partido Fuerza Popular, cuyo registro fue cancelado por públicas provocaciones. Hacia 1971 se convirtió en Partido Demócrata Mexicano, perdiendo a la larga el registro, logrado en 1978, por insuficiencias de votos.

El último intento partidista del Sinarquismo fue la Unión Nacional Opositora (UNO), las primeras denominaciones correspondientes a la UNS, para abanderar la candidatura presidencial del ex jefe nacional del PAN; Pablo Emilio Madero.

Los papas cuya gestión tuvo repercusiones en México

Un marco imprescindible para ilustrar el tema lo cuadramos en la Santa Sede.

Cruzó hacia el siglo XX el nombrado León XIII: Observó las resonancias de su encíclica Rerum Novarum, en la que se basó la nueva Doctrina Social de la Iglesia católica.

Lo sucedió Benedicto XV (1914-1921). En el combate a la Constitución mexicana de 1917 puso a los católicos más exacerbados en el umbral de La Cristiada, invocando a Cristo Rey, a cuya figura se en 1921 erigió el monumento de El Cerro de El Cubilete, Guanajuato.

Asumió el solio pontificio Pio XI. En 1929 negoció con Benito Mussolini Los tratados de Letrán, que dieron pie al reconocimiento del Estado vaticano.

Pío XII (1939-1958), fue señalado por contemporizar durante la Segunda Guerra Mundial con los regímenes totalitarios.

Juan XXIII y Paulo VI fueron combatidos y hasta satanizados desde el mismo interior de la Santa Sede, por su convocatoria al Concilio Vaticano II, fuente de la más profunda reforma contemporánea de la Iglesia católica. Uno de sus productos en América Latina fue la Teología de la liberación.

A Paulo VI incluso, en México, se le exorcizó como El anti Papa. Fue pontífice que pugnó, entre otras cosas, por el desarrollo de los pueblos y por una economía al servicio de la Humanidad (Encíclica Popularum Progressio). Impulsó las primeras federaciones campesinas y obreras.

Juan Pablo I apenas cumplió un mes en el papado. Sin aclararse oficialmente si fue envenenado, lo sucedió Juan Pablo II, primero en visitar México a partir de 1979.

Las maravillosas semejanzas en México

En lo correspondiente a México, rescatamos en relativo orden al obispo de León, Emeterio Valverde Téllez. Durante su ministerio, se reinició el culto a Cristo Rey. En 1937, en aquella ciudad se fundó la Unión Nacional Sinarquista.

Por lo que toca a la Arquidiócesis Primada de México, conviene recordar que el encargo lo asumió en 1937 el sacerdote michoacano, implicado en La Cristiada, Luis María Martínez; primero en el periodo posrevolucionario en exigir cambiar la Constitución.

Martínez despachó como arzobispo primado hasta 1958. A su vez, la Arquidiócesis de Guadalajara quedó bajo la gestión de José Garibi Rivera, popularmente conocido durante la Guerra Cristera como Pepe Dinamita. La de Puebla, en manos de Octaviano Márquez y Tóriz.

Con Garibi Rivera -después consagrado cardenal- nació y se desarrolló el grupo terrorista coloquialmente conocido como Los Tecos, incubado en la Universidad Autónoma de Guadalajara, en oposición al Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente.

Los Tecos nunca ocultaron su admiración por el Movimiento Nacional Nazi, de Alemania. Operaron durante sus primeras cinco décadas con las bárbaras tácticas de las juventudes que siguieron a Adolfo Hitler.

Con Márquez y Tóriz, en Puebla emergieron las facciones terroristas Movimiento Unificado de Renovadora Orientación (MURO) y la Federación Universitaria Anticomunista (FUA). El primero se arraigó en la Universidad Nacional Autónoma de México y otras públicas de provincia.

El foco de ataque de esas dos bandas se concentró contra Los Carolinos, de la Universidad Autónoma de Puebla, que tuvo que declararse Benemérita para distinguirse de la creada por las derechas poblanas.

A los dos grupos son atribuibles las ejecuciones con arma de fuego de activos académicos de izquierda de la UAP, durante un largo periodo entre la década de los sesenta y principios de la de los setenta. El acto culminante de ese periodo fue La matanza de Canoa, llevada a las pantallas cinematográficas.

Las referencias de Guadalajara y Puebla desembocan en un nombre y su siniestra creación: Ramón Plata Moreno y El Yunque. Si bien esta marca fue develada muchos años después, desde los años sesenta y setenta, el periodista don Manuel Buendía dio cuenta en El Día de sus acciones, en columnas editoriales después recopiladas en el libro La Ultraderecha en México.

Otro de esos compendios, La Santa Madre, fue prologado por este escribidor.

Exportado El Yunque a España con la paternidad de Ramón Plata Moreno, en aquel país sus detractores lo descalifican -como al Opus Dei-, en estos términos: Más que una secta, es una sociedad anticristiana. Una sociedad secreta que divide a los católicos. Es una sociedad antinatura.

Desde el museo de las momias de Guanajuato

La segunda sede de origen de El Yunque fue Guanajuato, donde la cabeza visible fue Luciano Ruiz Chávez, en la misma frecuencia de Plata Moreno.

A la LIV Legislatura federal mexicana (1988-1991) se incorporó el panista Elías Villegas, tiempo después identificado como socio de El Yunque. A Villegas se le atribuye el financiamiento de la campaña electoral para el mismo encargo de su paisano y amigo Vicente Fox Quesada.

Fox llegó a la gubernatura de Guanajuato. Al abandonar para iniciar su campaña presidencial, el guanajuatense anunció en 1999 la Segunda Revolución Cristera. El 1 de diciembre de 2000, fuera ya del recinto legislativo de San Lázaro, se presentó en el auditorio nacional esgrimiendo un crucifijo, símbolo de “su fe” cristiana.

En plena campaña presidencial de 2006, Fox permitió que el líder del Partido Popular de España, José María Aznar, hiciera público proselitismo electoral in situ en favor del panista Felipe Calderón Hinojosa.

Ahora, Vicente Fox anda arrimando su sardina al fogón de un grupúsculo que pretende dinamitar el proyecto de la Cuarta Transformación.

Lo que nos permite concluir que Las células durmientes, como dijo don Jesús Reyes Heroles del México bronco, no duermen: Están esperando la primera oportunidad para salir de su ataúd. Es cuanto.

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