Un superdeportivo SSC Tuatara, catalogado como el coche de producción en serie más rápido del mundo, se vio envuelto este 13 abril en un severo accidente cuando el camión que lo transportaba se volcó por causa de fuertes vientos en una carretera cerca de Salt Lake City (Utah, EE.UU.), informó el viernes The Drive.
Según ese portal especializado en automóviles, el vehículo sufrió graves daños en el accidente, que ocurrió cuando lo llevaban hacia el estado de Florida con el objetivo de alcanzar allí el 17 de abril un récord de 300 millas por hora (482,8 kilómetros por hora).
En una grabación difundida por ese medio se observa cómo extraen del remolque el auto, cuyo valor es de 1,9 millones de dólares, destrozado tanto en la parte delantera como en la trasera. Aparte, una fotografía difundida por The Drive muestra el vehículo en mal estado y lleno de tierra.
“No terminó tan mal”
En octubre pasado, Shelby SuperCars aseguró haber logrado que su SSC Tuatara alcanzara una velocidad promedio de 316,11 millas por hora (508,73 kilómetros por hora), lo que posicionó a su modelo como el “vehículo de producción en serie más rápido” del mundo. Sin embargo, poco después se desataron dudas sobre la veracidad de ese récord, principalmente entre entusiastas de Internet que alegaron inconsistencias en la medición y el seguimiento del coche.
Ante esa controversia, el fabricante estadounidense puso de nuevo a prueba al Tuatara y, aunque no logró la marca del año pasado, el resultado le permitió oficializar un récord de velocidad, al registrar un promedio de 282,9 mph (455,3 km/h).
Con esta última marca, el SSC Tuatara se hizo con el trono de la velocidad entre los coches de fabricación en serie, que desde 2017 ostentaba el Koenigsegg Agera RS con una velocidad promedio de 277,9 mph (447 km/h). Aunque en agosto de 2019 el superdeportivo Bugatti Chiron alcanzó las 304,77 mph (490,48 km/h), solo lo hizo en una dirección, y para ser tenido en cuenta como récord oficial el promedio de velocidad debe obtenerse tras dos ‘sprints’ en direcciones opuestas, a fin de anular los efectos de los vientos de cara y de cola.
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