* Nuestro compañero Galo Fernández ha conversado con los fabricantes sobre los recipientes en los que se almacenan las muestras bioquímicas hasta llegar al laboratorio.
MOSCÚ (RT) 15 de noviembre de 2020.- La pandemia del nuevo coronavirus ha incentivado la producción de varias tecnologías, entre ellas los llamados sistemas de transporte de muestras. Nuestro compañero Galo Fernández ha conversado con los fabricantes para averiguar cómo funciona este procedimiento.
Consultas, resultados, síntomas y pronósticos. Nuestro nuevo día a día. Y cómo no, las numerosas pruebas que esperan para ser procesadas. Para que eso suceda son necesarios los sistemas de transporte viral. ¿De qué hablamos? De algo tan familiar como los recipientes en los que las muestras bioquímicas son almacenadas hasta llegar al laboratorio.
Por muy sencillo que parezcan, detrás de ellos hay laboratorios y fábricas trabajando conjuntamente para producirlos. Hasta no hace mucho tiempo Rusia no tenía más remedio que importarlo desde Europa y luego comprarlos en China. Pero tras la aparición del nuevo coronavirus su precio creció hasta triplicarse.
Fue en ese momento cuando surgió la necesidad de fabricarlos en casa. RT ha visitado las instalaciones de la compañía Hem, donde se fabrica un sistema de transporte que consta de un tubo, que es donde va la muestra, y dos hisopos: nasal y universal. Fue diseñado por microbiólogos de este laboratorio ruso y ellos aseguran que gracias a este producto se va a poder hacer un muestreo y posterior diagnóstico del coronavirus en estricta conformidad con las normas sanitarias rusas e internacionales.
Resultados dudosos
¿Cuántas veces hemos oído hablar, desde el inicio de la actual pandemia, acerca de test cuyos resultados son dudosos? Según los expertos, eso se debe a que los sistemas de transporte viral no cumplen precisamente las normativas de seguridad necesarias.
“Los principales errores de diagnóstico, incluido el de coronavirus, están relacionados con la toma o el almacenamiento incorrecto de las muestras, o de un traslado incorrecto al laboratorio”, asegura Stanislav Goldberg, director general de Hem. “Nuestra tarea consiste en garantizar que haya suficiente material recogido, y que el mismo se transfiera correctamente al tubo de ensayo con el medio adecuado, que la composición del medio sea la apropiada para que el material se conserve un mínimo de 72 horas, de acuerdo con los requisitos de la OMS”, añade.
Aunque el producto está terminado y envasado, aún no está listo para cumplir su función. Ahora ya sabemos que estos tubos con los hisopos se llaman sistemas de transporte. Cada uno de estos tubos con hisopos tiene que ser esterilizado, aunque acaben de ser fabricados. Este procedimiento se realiza en un acelerador de electrones, tarda unos cincuenta segundos y para realizarlo ni siquiera es necesario abrir la caja donde están guardados.
“La tecnología más avanzada”
Todo el proceso tiene lugar en el mismo edificio, donde cada caja hace su recorrido hacia la esterilización, con la producción lista para ser utilizada. “El acelerador de electrones genera un flujo potente que atraviesa la caja, destruyendo a nivel de ADN todos los enlaces moleculares, lo que garantiza que la producción quede esterilizada”, explicó el director general de Sterión, Dmitri Shersten.
Esta tecnología es aportada por la corporación estatal Rosatom, en su filial Sterión.
“Esta colaboración se debe a la necesidad de la compañía de esterilizar la producción de esta fábrica”, comenta Artur Kolontáyev, director general adjunto de Rosatom Healthcare. “La compañía Hem ha analizado el mercado, ha estudiado los distintos métodos de esterilización y ha escogido a Rosatom, que cuenta con la tecnología más avanzada en este sector”, agrega.
Durante el período inicial la producción rondará el millón y medio de unidades por mes. Luego se prevé llegar a los dos millones mensuales. Según los fabricantes, esta cantidad debería ser suficiente para abastecer las necesidades de todo el país.
VP/Ciencia y Tecnología/EZ