La penúltima jornada del Abierto de Australia finalizó con la final de dobles masculino. El finlandés Henri Kontinen y el australiano John Peers, cuartos cabezas de serie, batieron a los estadounidenses Bob y Mike Bryan (N.3) en dos sets, por un doble 7-5.
Kontinen fue el primer finlandés, en categoría masculina o femenina, que juega una final de Grand Slam (individual o dobles). El año pasado ya ganó el dobles mixto en Wimbledon junto a la británica Heather Watson.
Los Bryan, de 38 años, buscaban su 17º título mayor, el séptimo en Australia.
El domingo llegará el partido soñado por los espectadores, el duelo por el título entre Roger Federer (N.17) y Rafael Nadal (N.9).
Hace un par de meses, cuando ambos jugadores no competían en la ATP para recuperarse de sus problemas físicos, este partido en Melbourne era inimaginable. La última vez que jugaron por un título grande fue en Roland Garros 2011, con triunfo de Nadal en cuatro sets.
Nervios en el arranque
La estadunidense alcanza las siete victorias en Australia, 14 años después de la primera, cuando también batió a su hermana en la final.
El partido de este sábado fue la novena final fraternal entre las Williams en Grand Slam, con un balance de 7 victorias y dos derrotas para Serena. Fue la primera vez que se enfrentaron por el título desde que lo hicieran en Wimbledon 2009.
Como era esperado, Serena dominó el partido gracias a su mayor potencia, aunque tuvo que reponerse a un mal inicio. Aparentemente nerviosa, cometió 13 faltas directas en los cinco primeros juegos. Corrigió esta tendencia y solo cometió una en los últimos cinco de este primer set.
A continuación impuso su capacidad para cerrar los puntos con uno o dos golpes y finalizó el partido en 1 hora y 22 minutos.
Venus, de 36 años -jugadora de más edad de la competición- y 17ª en la lista WTA, disputaba su primera final mayor desde 2009. Ganadora de 7 torneos de Grand Slam, volvió a la élite después de varias temporadas en las que los problemas físicos le impidieron rendir al máximo.
(Nota de AFP)