‘Hackers’ chinos se aprovecharon de un sistema gubernamental de verificación de identidad para falsificar documentos fiscales y hacerse con decenas de millones de dólares de manera ilegal, informa South China Morning Post.
Esos piratas informáticos, ya detenidos e investigados, penetraron en un sistema de reconocimiento facial gracias a fotos en alta resolución que adquirieron en el mercado negro y procesaron en una aplicación para crear videos muy realistas con la tecnología conocida como ‘deepfake’.
Los delincuentes reproducían estos documentos gráficos ultrafalsos durante el proceso de autentificación en móviles especiales que permiten bloquear la cámara frontal para que el sistema recibiera las imágenes preparadas y cuestan el equivalente a alrededor de 250 dólares.
El sistema calificaba los videos como imágenes válidas de una persona en tiempo real y el método permitió a los criminales obtener facturas por un valor superior a 76,2 millones de dólares desde 2018, según un informe de la Procuraduría Popular de Shanghái.
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