Este sábado, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán probó misiles balísticos que alcanzaron objetivos predeterminados en el norte del océano Índico desde una distancia de 1.800 kilómetros.
El lanzamiento fue parte de la segunda fase de los ejercicios, que empezaron esta semana en la región central del desierto iraní.
El viernes, en el marco de los ejercicios militares Teherán lanzó misiles balísticos tierra-tierra y probó unos nuevos drones de fabricación nacional. Esta semana, Teherán también llevó a cabo ejercicios navales en el golfo de Omán, en los que disparó misiles de crucero y que contaron con la participación de sus dos nuevos buques de guerra de fabricación propia: el portahelicópteros Makran y la fragata portamisiles Zereh.
Las tensiones entre Irán y EE.UU. se han intensificado en las últimas semanas después de que Teherán incautara un petrolero surcoreano y Washington enviara un submarino al golfo Pérsico. A principios de enero, el Pentágono también revocó su decisión de retirar a su portaaviones USS Nimitz de aguas de Oriente Medio.
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