Al hacer referencia a la crisis económica mundial del 2008 y el rescate financiero de diversos países -–vía endeudamiento–, el senador Ricardo Monreal hizo una analogía de la física muy clarificadora: “la deuda no se crea ni se destruye, sólo se transforma”, así la deuda de unos cuantos se transforma en la deuda de todos y se pasa del endeudamiento de individuos a la crisis de endeudamiento de los Estados soberanos.
En una extensa explicación sobre la crisis de salud y de la económica que dañan severamente al planeta, Monreal Ávila, líder de la bancada de Morena en el Senado de la República indica que la exigencia de endeudamiento para el rescate de muchas esferas del sector privado en esos momentos, no es el camino a seguir.
Y explica por qué:
“El rescate al sistema bancario nacional, en 1995, costó al país nueve puntos del PIB, de aquellos años, así la deuda heredara por el FOBAPROA ha crecido poco a poco, para que al cierre del 2019 tengamos una deuda acumulada por un billón de pesos, lo que significa que en los últimos 20 años, esta se ha duplicado.
“Es decir que, desde el nacimiento de la deuda a la fecha, cada mexicano que nace debe ya ocho mil pesos por rescatar a los bancos”. Se entiende así y con base a lo planteado por Monreal que el país no se endeudará nuevamente, y que las políticas económicas implementadas para enfrentar la pandemia –cuestionadas por muchos, en su mayoría sectores del mundo empresarial–, seguirán encaminadas a proteger a la mayoría de la población y no solamente a un grupo minoritario que gozaba de protección.
Para Monreal, como para todos los mexicanos, el momento demanda que la urgencia asegure que quienes a diario se buscan la vida tengan recursos y que el sistema de seguridad pueda atenderlos y cuenten con los apoyos necesarios.
El senador zacatecano aplaude y respalda que el plan esté destinado a proteger a 22 millones de mexicanos, personas adultas en su mayoría, que no cuentan con los recursos necesarios para enfrentar por si mismos la crisis sanitaria.
Un esfuerzo que debe ser acompañado por dos los sectores. Así, el Sector Privado debe fortalecer su consciencia social y, el Público, profundizar en sus políticas de austeridad. Tal y como lo vimos en el convenio logrado está mañana en el cual los hospitales privados cederán el 50 por ciento de sus camas para hacer frente a la pandemia, que en breve nos obligará a entrar en la Fase Tres y ello conllevará a una sobredemanda en los nosocomios públicos, que muestran ya signos de insuficiencia.