La semana pasada, las redes sociales se inundaron de mensajes en contra de Havanna, una tradicional marca de alfajores de Argentina, con presencia en el mercado internacional de dulces. ¿La razón? a principios de mayo, la compañía alcanzó un acuerdo con la firma de biotecnología agropecuaria Bioceres, para utilizar trigo transgénico en sus productos.
Esto fue advertido por grupos agroecologistas como una amenaza para la salud de los consumidores y también para el medio ambiente, por lo que llamaron a un boicot comercial bajo la campaña #ChauHavanna, que se replicó masivamente.
El trigo transgénico o Bh4 fue aprobado en octubre del año pasado en Argentina, primer y único país del mundo en avanzar con este tipo de semillas genéticamente modificadas. Su uso permite a este cereal incrementar su resistencia a la sequía, y también al glufosinato de amonio, un herbicida 15 veces más tóxico que el glifosato.
¿Qué fue lo que anunciaron Havanna y Bioceres? Basicamente que, siempre y cuando Brasil lo siga comprando, va a utilizar harina del trigo transgénico BH4. ?Este trigo es resistente al glufosinato de amonio, peligro para la salud, biodiversidad y el ambiente. #ChauHavannapic.twitter.com/jOC34D4zzA
— Asociación Argentina de Abogades Ambientalistas (@AbogadesAmbient) May 17, 2021
Hasta ahora, Havanna había mantenido silencio. Pero fuentes de la compañía finalmente se pronunciaron acerca de la polémica.
“No vamos a opinar de la campaña. Sin embargo y centrados en nuestros clientes y consumidores, como hacemos siempre, les hemos dicho que, en primer lugar, al día de hoy todos los productos desarrollados en Havanna no han tenido ningún tipo de intervención por Bioceres“, indicaron en una entrevista con el medio Carbono News.
Por otra parte, señalaron que el acuerdo “es absolutamente embrionario al tal punto que ni siquiera se ha producido ni una primera reunión entre los equipos de desarrolladores para analizar hacer algo en conjunto”.
Y añadieron: “En tercer lugar, y lo más importante, es que cada vez que Havanna lanza un producto al mercado primero es testeado por sus clientes y consumidores, y luego se informa por todos los medios toda la información adicional que requiera el producto”.
Más allá de lo que ocurra con los famosos alfajores, que se exportan a varios países del mundo, los impulsores de la campaña advirtieron que no quieren trigo transgénico ni en ese ni en ningún otro alimento de la mesa de los argentinos.
Si bien el trigo transgénico ya fue aprobado por el Ministerio de Agricultura Pesca y Ganadería mediante la resolución 41/2020, con aval del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), su cultivo masivo ha quedado supeditado a que Brasil lo autorice también, decisión que podría definirse el mes próximo.
En la actualidad, más del 35 % de las exportaciones del trigo producido en Argentina, líder mundial en este rubro, son destinadas al gigante sudamericano.