“Soy yo y mis circunstancias”, José Ortega y Gasset.
Por Rodolfo Ondarza Rovira (*)
La semana pasada, en varias regiones del país, se pudo ver una de las peores expresiones de la política: algún partido o grupo social mandó imprimir y después repartir alrededor de 30 millones de folletos ofensivos a la Iglesia Católica y más específicamente a la Virgen de Guadalupe, tratando de hacer responsable de esta inmensa necedad al Movimiento de Regeneración Nacional, lo que lejos de disminuir las simpatías al candidato presidencial de dicho partido, incrementó su presencia al quedar acreditado fehacientemente que este vulgar y nimio pasquín fue patrocinado por quien ya va en el tercer lugar en las preferencias, quien viendo su irreversible derrota y en concordancia con su falta de ética, recurre al peligroso y bastardo intento de usar al más sagrado de los iconos de la sociedad mexicana.
Aunque sin ningún resultado a su favor, si ha logrado despertar la ira de algunos personajes que en su inocencia y fobias pretenden llevar a los católicos a una lucha fratricida, uno de ellos el ex Cardenal de Guadalajara, Sandoval Iñiguez, el cual sin pruebas incita a sus seguidores a una batalla en contra de AMLO, lo que maca una abismal diferencia con la Conferencia del Episcopado Mexicano y de los Cardenales José Francisco Robles y Carlos Aguiar, quienes con toda la razón demandan una inmediata investigación del lamentable suceso al ineficiente INE.
Otro de los iracundos provocadores es el ciberviolento Juan Bosco Abascal Carranza, quien en páginas sociales afirma que el prosaico e infantil folleto fue elaborado por las huestes del mal, que incluye a los masones, “fuerzas diabólicas” y los simpatizantes de Morena, y señala que le fue confesado por un masón arrepentido; ante esto él mismo, se podría preguntar si su padre Salvador Abascal, -quien falleció en su vejez, sin venganzas del gobierno a quien combatió-, o a sus hermanos Carlos y Salvador, ambos miembros del PAN si fueron perseguidos o denostados por sus creencias o quizá se sumaron a las “fuerzas del mal” para crecer en el sistema.
Mi personal posición como libre pensador, que crecí en el seno de una familia católica, donde mis padres me bautizaron y luego pensaron conveniente la realización de varios Sacramentos, la ciencia médica basada en evidencia, mi vida en países de mayoría sintoísta, budista, luterana y evangélica, me han hecho tolerante, solidario, plural y respetuoso de la otredad.
De esta manera, considero que la Virgen de Guadalupe ha sido un elemento para la unidad del pueblo de México, y me sumo a muchas voces desde todas las posiciones políticas y de creencias en contra de que se le utilice como instrumento de discordia, y por ello, pedimos a las autoridades competentes investiguen estos hechos, y no permitan que circule ningún tipo de propaganda electoral que contenga imágenes o símbolos religiosos del pueblo de México, así como la participación de candidatos en misas, peregrinaciones y otros eventos religiosos.
Dentro del mismo espíritu de laicidad de nuestra Magna Carta se exige que en sus funciones religiosas los representantes de diferentes religiosas mantengan separadas sus funciones del poder político público, así que su abstención a opinar sobre política en sus templos y ante sus feligreses es lo conducente legalmente.
La Iglesia Católica ha sido históricamente respetuosa de procesos electorales y actúa dentro del marco constitucional y legal, no así algunos partidos políticos, llegando a atentar contra la misma soberanía mexicana.
(*) Neurocirujano. Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velasco Suárez”. México. Ex Presidente de la Comisión de Salud de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México.
@DrOndarza