La expresidenta de facto de Boivia, Jeanine Áñez, se encuentra “clínicamente estable” y “no amerita internación”, según reveló este jueves un informe del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF).
La exmandataria autoproclamada, actualmente detenida por el caso ‘Golpe de Estado’, regresó el mismo miércoles al penal para mujeres de Miraflores tras acudir ese día a una revisión médica en un hospital local.
La defensa de Áñez había solicitado su liberación por razones de salud, alegando que atraviesa un cuadro de hipertensión arterial sistémica.
Sin embargo, la responsable Nacional de Medicina Forense del IDIF, Helen Camacho Quiroga, señaló este jueves en una rueda de prensa que la exsenadora se encuentra “estable” y que su “hipertensión crónica previa” está “controlada bajo el seguimiento médico del Centro Penitenciario de Miraflores”.
La autoridad médica dijo además que Áñez se niega a alimentarse con la comida que brinda la institución penitenciaria a todos los reclusos, aunque sí recibe la medicación que necesita.
Por otra parte, Camacho adelantó que en las próximas horas se harán estudios complementarios.
La expresidenta de facto fue llevada este miércoles al Hospital del Tórax de la capital boliviana para una ‘valoración cardiológica’.
En la tarjeta de autorización, se ordenó que una vez que concluyese la revisión médica, Áñez debía retornar a la cárcel de Miraflores, tal como ocurrió horas después.
Áñez fue detenida el pasado 13 de marzo y fue imputada por los delitos de terrorismo, sedición y conspiración, por los hechos de noviembre de 2019, que terminaron con un golpe de Estado contra Evo Morales y la imposición de un régimen de facto.
Además, la Justicia boliviana amplió la acusación contra Áñez y la señala por cuatro delitos relacionados con emitir resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes e incumplimiento de deberes.