Al concluir la presentación del docu
mental “Dulce Agonía”, en el Club de Periodistas, Héctor Bonilla compartió su opinión respecto a que durante las protestas en apoyo a los 43 normalistas desaparecidos, la quema de la puerta de Palacio Nacional y otros actos de vandalismo fueron provocados por gente ajena a las manifestaciones. Hizo un llamado a la sociedad a organizarse en beneficio del país, creando un consejo consultivo y un tribunal colegiado que permita una participación ciudadana legítima, contundente y organizada ante las demandas sociales.
Bonilla comentó que dicho Consejo, propone sea confirmado por gente de probada solvencia económica, moral e intelectual que estén dispuestos a dar parte de su tiempo.
El actor, que participó en la cinta Rojo amanecer, relata lo ocurrido durante el movimiento del 68, expuso que las manifestaciones civiles que se han dado son válidas, pero que en realidad tan sólo han relajado a la sociedad después de agresiones al Ejecutivo Federal; sin embargo, es necesario actuar de manera organizada.
Bonilla compartió su opinión respecto a que durante las protestas en apoyo a los 43 normalistas desaparecidos, la quema de la puerta de Palacio Nacional y otros actos de vandalismo fueron provocados por gente ajena a las manifestaciones.
“Las manifestaciones están infiltradas, la quema de la puerta es muy probable que fue hecha para desprestigiar un movimiento pacífico que esta protestando”.
Respecto a dichas movilizaciones, Bonilla expresó que no pueden compararse con lo ocurrido en 1968, y lo afirma porque él estuvo ahí.
“Yo participé en la arquetípica manifestación del silencio en 1968. Salimos de Antropología con un esparadrapo en la boca para protestar porque no teníamos acceso a los medios de comunicación, y fue perfecta la manifestación”, relató.
Durante la presentación del documental ‘Dulce agonía’ de Alejandro Tagle, que pretende concientizar sobre el problema de la diabetes en México y como se relaciona con el consumismo, Bonilla expuso sus opiniones en torno a los acontecimientos, pero subrayó que pese al caos y la desesperación no cree que pueda haber una revolución civil.
“Yo no creo en la revolución, yo creo en la reforma”.