COLOMBIA, (Sputnik), 4 de noviembre de 2019 .- Bogotá, Cali, Medellín y Cartagena, cuatro de las ciudades más importantes de Colombia, escogieron alcaldes que escapan a la ‘política tradicional’. El expresidente colombiano Ernesto Samper dijo a Sputnik que el 27 de octubre “explotó un país que no conocíamos”.
Las elecciones regionales que Colombia celebró el 27 de octubre fueron históricas: no solo permitieron que la capital, Bogotá, tenga a una mujer como alcaldesa por primera vez en la historia, sino que significaron el triunfo de fuerzas políticas alternativas en las principales ciudades del país.
Más allá de los perfiles de cada candidato, los comicios regionales fueron interpretados como una derrota de la política tradicional, expresada en el partido oficialista Centro Democrático y en el liderazgo del expresidente Álvaro Uribe (2002-2006 y 2006-2010).
“Los resultados fueron fascinantes porque de alguna manera explotó un país que no conocíamos”, enfatizó el expresidente colombiano Ernesto Samper (1994-1998) en entrevista con Sputnik.
El expresidente valoró los diferentes perfiles de esas nuevas figuras que llegaron al poder en las alcaldías: “Claudia López llegó representando la diversidad, la centroizquierda y la lucha contra la corrupción; Iván Ospina en Cali representando el regreso de lo social con énfasis en la salud pública; y Quintero en Medellín comprometiendo un cambio a través de emprendimientos y pequeñas empresas”.
El mensaje detrás
Pero más allá de los matices, para Samper lo más importante es el mensaje de fondo que dejaron las urnas.
“Para muchos protagonistas de la política esto fue sin dudas una tarjeta roja contra la forma tradicional de hacer política a través de la corrupción y el clientelismo”, sostuvo.
“Lo que hubo aquí fue una especie de vacuna democrática contra las posibilidades de estallidos sociales como lo que se está viviendo en Chile”, sostuvo.
“Hay un fenómeno muy preocupante de proletarización de la clase media. Los que están protestando son de clase media baja a la que se le está recortando la seguridad social, la salud, la educación, los salarios y las pensiones”, agregó el expresidente de Colombia.
A eso se suma, consideró Samper, la “desilusión” de los colombianos con los episodios de corrupción que afectan a la clase política, junto con la sensación de que “hay más impuestos a los de abajo que a los de arriba”, de que “el dinero no se está gastando bien” y de que “el protagonismo del Estado es muy bajo”.
A su juicio, “la forma desmedida con la que los gobiernos están respondiendo a las manifestaciones” es otro de los elementos que refuerzan las reacciones populares.