Dr. Eugenia Gonzáles
Un periodista estadounidense se adentra en la reunión mundial de convencidos de que nuestro planeta es plano y de que no gira alrededor del Sol.
POR FIN CONOCEMOS algo sobre la primera Conferencia Internacional de la Tierra Plana.
Más de 500 personas procedentes de todo el mundo viajaron el mes de noviembre de 2018, a la ciudad estadounidense de Raleigh, Carolina del Norte, para asistir a la primera reunión del irracional colectivo.
“El modelo esférico es lo más fácil de refutar del mundo. Sabemos que el mundo es plano, pero ¿qué viene después?”, dijo Watsun Atkinsun, un tatuador de Portland, Maine, EE.UU. cubierto de pies a cabeza con tatuajes, cual El Hombre Ilustrado de Ray Bradbury, según ha sido comparado.
Mapa En la reunión se escucharon discursos de predicadores apocalípticos, blogueros excéntricos y autoproclamados “científicos” en esta especie de simposio, que marca el lanzamiento de la teoría de la Red al mundo real. Y, apareció el peine “religioso”.
Una nueva reforma
PARA EL ORGANIZADOR de la conferencia y productor de filmes de conspiración Robbie Davidson, éste ha sido el comienzo de una revolución. En su discurso de apertura, Davidson subrayó los vínculos directos entre su trabajo y el de Martín Lutero, el reformador protestante de la iglesia hace 500 años. “Esto marca una nueva reforma. Este día afectará a millones de personas”, proclamó Davidson. La forma del mundo es solo la mitad de lo que defiende este movimiento. Sus partidarios ponen en tela de juicio la autoridad y el conocimiento afirmando que la reaparición de la idea de que la Tierra es plana ha coincidido con hitos históricos como la reforma protestante, la revolución industrial y también el momento presente.
Según el tatuador Atkinsun, la “tercera guerra mundial ya ha comenzado” y “está siendo librada contra el ciudadano soberano mundial”. “Hay un asalto frontal total a la libertad, a nuestras mentes, a nuestro planeta, y la Tierra plana es solo un pequeño trampolín para ver el engaño”, cree este alucinado partidario del citado movimiento.
Los seguidores de ese concepto acusan a las élites de extender la idea del planeta esférico para distanciar a los humanos de dios y usurpar su papel en la Tierra. “Quieren ocultar a dios”, se vociferaba desde el podio, provocando aplausos constantes.
El movimiento alienta a los individuos a cuestionar todo lo que les digan, a investigar de manera individual y a extraer sus propias conclusiones. Pero cuando se combina con una paranoia conspirativa y la creencia de que ser criticado significa que se está en el camino correcto, resulta en una realidad completamente deformada.
Refugio contra un mundo cruel
POR OTRO LADO, la idea de que la Tierra es plana proporciona cierta sensación de consuelo a sus creyentes. A nivel individual, la negación directa de los hechos ofrece una forma de lidiar con un mundo cruel.
La razón por la que aceptan estas nociones de que el atentado del maratón de Boston o la masacre de la escuela de Sandy Hook nunca sucedió es que no quieren vivir en un mundo en el que niños inocentes pueden ir a la escuela y terminar muertos sobre el suelo de un aula, han comentado especialistas en sicología. De alguna manera, el movimiento apela a los miedos que existen dentro de todos nosotros, creer que nos mienten sobre lo que nos conviene, la sociedad cambia demasiado rápido y nos deja atrás, etc. En fin, la idea de que la Tierra es plana es una reconstrucción de un universo en el que el individuo convencido se halla en la cima, donde posee un conocimiento que nadie más tiene, ve una verdad que nadie más ve y son los demás los que se han quedado atrás.