Al menos 18 trabajadores turcos han sido secuestrados en Bagdad a primera hora de la mañana de hoy miércoles, según ha informado el Ministerio del Interior iraquí y ha confirmado en Ankara la empresa que les emplea. Aunque nadie se ha responsabilizado todavía de su captura, todo apunta al autodenominado Estado Islámico (EI), que con anterioridad ha realizado acciones similares. El incidente, en la misma capital de Irak, pone de relieve las dificultades que afronta el primer ministro, Haider al Abadi, para garantizar la seguridad.
“Un grupo de hombres vestidos con uniformes militares echó abajo la puerta a las tres de la mañana y se llevó a [nuestros] empleados”, ha declarado el director ejecutivo deNurol Holding, Ugur Dogan, citado por Reuters. De acuerdo con esa fuente son por lo menos 18 los trabajadores secuestrados. Con anterioridad, un comunicado del Ministerio del Interior iraquí había dado la cifra de 16.
Nurol Holding está construyendo un estadio deportivo para 30.000 espectadores en Ciudad Sadr, un barrio mayoritariamente chií situado al este de Bagdad, y los empleados extranjeros de esa empresa se alojan en Habibiya, una zona adyacente. Al parecer, los asaltantes, vestidos de negro y con la cara cubierta, llegaron en una veintena de furgonetas de caja descubierta, retuvieron a los vigilantes y se llevaron a los trabajadores.
La víspera, una acción similar secuestró a 42 presos que estaban a punto de ser liberados en una cárcel de la provincia de Saladino, al norte de Bagdad, según informa Efe. El modo de operar en ambos casos apunta al EI que desde el año pasado se ha lanzado a la conquista de Irak y Siria, y ha declarado el califato en las zonas que controla. Tras la toma de Mosul en junio de 2014, el grupo ya mantuvo secuestrados a 46 ciudadanos turcos, entre ellos el cónsul de Turquía en esa ciudad, pero Ankara logró su liberación tres meses después.
Se especuló entonces con que el Gobierno islamista de Recep Tayyip Erdogan había negociado algún tipo de entendimiento con los yihadistas. Sin embargo, recientemente, el primer ministro ha cambiado de rumbo y ha aceptado unirse a los bombardeos contra ese grupo que lidera EE UU.
A raíz de los sucesos del año pasado, Nurol Holding evacuó a los tres centenares de trabajadores que tenía en el proyecto de Ciudad Sadr, en su mayoría turcos. Pero, poco a poco, al reforzarse la seguridad, volvió a reanudar las obras para las que fue contratada en 2012.
Con información de El País