México, 20 nov (Prensa Latina).- Evo Morales denunció hoy, desde su asilo en México, la ola de violencia creciente en Bolivia en el contexto del golpe de Estado contra su gobierno, que se ha cobrado la vida de 30 personas.
‘El mundo entero está viendo como es un golpe de Estado, como están matando a mis hermanos’, sentenció el expresidente boliviano.
De igual forma, anunció estar dispuesto a regresar a su país y solicitó la ayuda de facilitadores internacionales para esa empresa.
‘Me gustaría volver, no soy corrupto, no soy delincuente para estar afuera de Bolivia‘, aclaró el líder boliviano, al tiempo que abogó por la participación de organismos foráneos para ayudarlo a retornar.
El exmandatario expresó que ‘no tengo por qué estar fuera de Bolivia, pero lamento mucho que por decisiones políticas internas y externas no quieren que vuelva’.
No obstante, manifestó que está ‘seguro’ de poder ayudar a pacificar los conflictos.
‘Conozco a mis compañeros del campo, conozco a mis compañeros, sectores movilizados, mi retorno no es solo una cuestión personal sino también por tema de pacificación, pido a los facilitadores que me permitan entrar allá, estamos dispuestos a ir al diálogo’, señaló.
Para encontrar una solución a la crisis existente en la nación andina, Evo solicitó a organismos e instituciones internacionales, como la ONU y la Iglesia Católica, mediar en la realización de nuevas elecciones y esclarecer lo ocurrido en los anteriores comicios.
‘Quiero aprovechar esta oportunidad para invitar a algunas instituciones, organismos internacionales, al hermano papa Francisco, la Iglesia Católica, Naciones Unidas y otros para que haya una Comisión de la Verdad sobre las elecciones del 20 de octubre’, indicó.
Evo Morales renunció a su cargo el 10 de noviembre bajo la presión de altos militares de las Fuerzas Armadas luego de que la Organización de Estados Americanos emitiera un informe de una auditoría al proceso electoral, en el cual concluyó que hubo irregularidades, aunque no demostró la existencia de un fraude.
Un día después viajó a México, cuyo gobierno le ofreció asilo político.