Decenas de reclutas israelíes que se negaron a servir como observadoras tras el ataque del 7 de octubre han sido detenidas y se enfrentan a duras condiciones, según un informe de Ynet del miércoles.
Según los informes, los reclutas se negaron a abandonar el centro de reclutamiento y viajar a la base de entrenamiento en la Escuela de Protección Fronteriza en Sayarim, Israel.
El ejército israelí declaró que necesita “convencerlos para que sirvan y explicarles lo importante que es el puesto”.
El Portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, respondió a las negativas en una sesión informativa diaria diciendo: “Tenemos el deber moral de reparar lo que ocurrió ese día en Nahal Oz cuando no pudimos protegerlo. Un observador es uno de los papeles más importantes en la defensa de Israel”.
Hagari se refería al ataque liderado por Hamas contra el sur de Israel el 7 de octubre, que resultó en la muerte de 15 observadoras y seis fueron llevadas cautivas a Gaza.
Los observadores que sobrevivieron al ataque sólo lo hicieron encerrándose en la sala de operaciones de la base.
En noviembre, observadoras de la base dijeron a Haaretz que habían advertido al ejército varias veces sobre actividades inusuales a lo largo de la valla fronteriza, pero que fueron ignoradas en gran medida.
Las familias de los observadores han dicho que, a pesar de que el ejército israelí afirma que ninguno de ellos fue detenido por las autoridades, fueron juzgados y están en prisión, y han sido tratados irrespetuosamente. Una mujer soldado que fue detenida tras negarse a actuar como observadora, por motivos de salud, dijo a su familia que era una “vergüenza y una desgracia” .
Dijo que había “enviado al ejército todos los documentos que demuestran que he sido diagnosticada médicamente desde los ocho años y estoy siendo tratada con medicamentos.
Actualmente, no me escuchan en absoluto, no me dejan reunirme con un oficial militar. y simplemente me están metiendo en la cárcel”.
MEE