Reino Unido fracasa, por segunda vez consecutiva, en las pruebas de disparo de un misil Trident desde un submarino de la Royal Navy. Fue lanzado al aire por gas comprimido en su tubo de lanzamiento, pero los propulsores de la primera etapa no se encendieron, y el misil nuclear cayó a pocos metros del submarino que lo disparaba, que acababa de ser reacondicionado.
El ejercicio tuvo lugar en el océano Atlántico, frente a las costas del estado norteamericano de Florida, el pasado 30 de enero, pero ha sido ahora cuando la noticia ha salido a la luz a través de “The Sun”. Se trata del segundo intento fallido tras otra prueba realizada en 2016, lo que plantea interrogantes sobre la seguridad de la disuasión nuclear británica y el fabricante estadounidense Trident en un momento de máxima tensión internacional ante la amenaza de Rusia.
Los ensayos de misiles Trident son poco corrientes, sobre todo debido a su coste. Cada misil vale alrededor de 17 millones de libras aunque los de prueba no están armados con ojivas nucleares.
El ministro de Defensa, Grant Shapps, que estaba a bordo del HMS Vanguard cuando disparó el misil en enero, confirmó que “se produjo una anomalía”, pero afirmó que Trident es “el sistema de armas más fiable del mundo”, recalcando que están dispuestos a utilizarlos “si surgieran las circunstancias en las que tuviéramos que hacerlo”. “La prueba reafirmó la eficacia de la disuasión nuclear del Reino Unido, en la que el gobierno tiene absoluta confianza. El submarino y la tripulación fueron certificados con éxito y se reincorporarán al ciclo operativo según lo previsto. En esta ocasión, ocurrió una anomalía, pero fue un evento específico y no hay implicaciones para la confiabilidad de los sistemas y reservas de misiles Trident en general”, recalcó.
El ejercicio tuvo lugar en el océano Atlántico, frente a las costas del estado norteamericano de Florida, el pasado 30 de enero, pero ha sido ahora cuando la noticia ha salido a la luz a través de “The Sun”. Se trata del segundo intento fallido tras otra prueba realizada en 2016, lo que plantea interrogantes sobre la seguridad de la disuasión nuclear británica y el fabricante estadounidense Trident en un momento de máxima tensión internacional ante la amenaza de Rusia.
Los ensayos de misiles Trident son poco corrientes, sobre todo debido a su coste. Cada misil vale alrededor de 17 millones de libras aunque los de prueba no están armados con ojivas nucleares.
El ministro de Defensa, Grant Shapps, que estaba a bordo del HMS Vanguard cuando disparó el misil en enero, confirmó que “se produjo una anomalía”, pero afirmó que Trident es “el sistema de armas más fiable del mundo”, recalcando que están dispuestos a utilizarlos “si surgieran las circunstancias en las que tuviéramos que hacerlo”. “La prueba reafirmó la eficacia de la disuasión nuclear del Reino Unido, en la que el gobierno tiene absoluta confianza. El submarino y la tripulación fueron certificados con éxito y se reincorporarán al ciclo operativo según lo previsto. En esta ocasión, ocurrió una anomalía, pero fue un evento específico y no hay implicaciones para la confiabilidad de los sistemas y reservas de misiles Trident en general”, recalcó.
La oposición laborista exigió garantías sobre la eficacia de la disuasión nuclear británica tras el fallo. El portavoz de Defensa de la oposición, John Healey, declaró que el fallo era “preocupante”.
Por su parte, Malcolm Nance, ex oficial de inteligencia naval estadounidense, declaró a LBC que había sido una suerte que el misil no dañara el submarino ni hiriera a los miembros de la tripulación. “Royal Navy es uno de los mayores sistemas de armas nucleares del mundo. Es la disuasión nuclear independiente de Reino Unido contra Rusia y otros Estados que tienen bombas atómicas”. Se trata de uno de los cuatro submarinos utilizados por Londres para patrullar los océanos del mundo y mantener la disuasión nuclear del país.
«Saben, a pesar de toda la reciente palabrería de Moscú y de hacer ruido sobre entrar en guerra con Inglaterra, la gente tiene que entender que ustedes tienen su propia capacidad independiente de la de Estados Unidos».
Un portavoz del Ministerio de Defensa aseguró que “la disuasión nuclear de Reino Unido sigue siendo segura y eficaz”. “Por motivos de seguridad nacional, no podemos facilitar más información al respecto, pero estamos seguros de que se trató de una anomalía específica de la prueba y que, por tanto, no tiene consecuencias para la fiabilidad de los sistemas de misiles Trident ni para el arsenal en general”.
La Razón