Colegas,
Estoy encantado de darles la bienvenida a los participantes y organizadores de la Conferencia mundial en línea sobre multipolaridad. Agradezco que su foro haya reunido a destacados representantes de círculos políticos, públicos y académicos de varias decenas de países de casi todos los continentes. Damos la bienvenida a este tipo de gran interés en un intercambio de puntos de vista franco y despolitizado.
Difícilmente se puede sobreestimar la relevancia de tales discusiones. Es obvio que el “fin de la historia” proclamado tras la caída del Muro de Berlín y el derrumbe de la URSS no se ha producido. Los intentos de establecer un orden mundial unipolar con un único centro de decisión en Washington han fracasado.
Hoy, el movimiento hacia la multipolaridad global es un hecho, una realidad geopolítica. Vemos nuevos centros globales, principalmente en Eurasia, la región de Asia-Pacífico, Medio Oriente, África y América Latina, crecer y lograr un éxito impresionante en varios campos basándose en su independencia, soberanía estatal e identidad cultural y de civilización. Al mismo tiempo, se guían por sus propios intereses nacionales y siguen políticas independientes en los asuntos internos y externos. Lo último que quieren es ser rehenes de los juegos geopolíticos de otras personas o cumplir las órdenes de otra persona.
Los hechos hablan por sí mismos. En las últimas tres décadas, la participación de los países del G7 en la economía global ha disminuido significativamente, mientras que la influencia de los mercados emergentes crece constantemente. China se ha convertido en la economía líder del mundo en términos de paridad de poder adquisitivo, combinando hábilmente las herramientas del mercado con la regulación gubernamental.
Estamos siendo testigos de la continua transformación de la estructura de las relaciones internacionales. Un ejemplo notable de diplomacia multipolar es el trabajo de asociaciones multilaterales de un nuevo tipo como la OCS y los BRICS. Reúnen a países miembros con diferentes sistemas políticos y económicos, con distintos valores y plataformas de civilización, que cooperan de manera efectiva en varios campos. De hecho, los BRICS pueden visualizarse como una especie de red cooperativa que se arroja sobre las viejas líneas divisorias Norte-Sur y Oeste-Este. No es casualidad que cada vez más países del Sur Global se esfuercen por establecer lazos con estas asociaciones o convertirse en miembros de pleno derecho.
Como señaló el presidente Vladimir Putin, “esta tendencia hacia la multipolaridad en el mundo es inevitable. Solo se intensificará. Y aquellos que no entiendan esto y no sigan esta tendencia perderán”.
Tiene perfecto sentido que los esfuerzos de Washington y sus satélites para revertir el curso de la historia y hacer que la comunidad internacional viva de acuerdo con el “orden basado en reglas” que inventaron están fracasando. Mencionaré sólo uno de ellos, la política de los occidentales para aislar a Rusia. Pero los países que constituyen la mayoría mundial, que albergan alrededor del 85 por ciento de la población mundial, no quieren hacerle el trabajo sucio a las antiguas potencias coloniales.
amigos,
En el mundo multipolar de hoy, frente a los desafíos y amenazas transfronterizos, la única alternativa razonable a la confrontación (aquellos que inicien las confrontaciones también perderán) es combinar los esfuerzos de los centros globales clave sobre los principios de la Carta de la ONU, incluyendo el respeto a la igualdad soberana de los estados asegurado en la práctica. Todos deben reconocer la irreversibilidad del surgimiento de un sistema internacional policéntrico más equitativo. Redunda en nuestro interés común garantizar que la arquitectura multipolar no se base en un “equilibrio del miedo”, sino en un equilibrio de intereses, en normas universalmente reconocidas del derecho internacional y en un diálogo de respeto mutuo entre diferentes civilizaciones, religiones y culturas. .
Rusia se mantiene a la vanguardia de los esfuerzos internacionales para fortalecer los principios multipolares, legales y democráticos de la comunicación interestatal. Con este fin, continuaremos nuestros esfuerzos en la ONU, incluso como parte del Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de la ONU. Ciertamente continuaremos coordinando de cerca nuestros pasos con nuestros numerosos amigos, aliados y países que comparten nuestros puntos de vista, incluidos nuestros socios en la OTSC, la EAEU, la CEI, los BRICS, la OCS y otras asociaciones regionales del mundo en desarrollo.