Rusia continúa las pruebas de su nuevo sistema de misiles multifuncional Guermés, diseñado para destruir vehículos blindados e instalaciones fortificadas a muy largas distancias, informa RIA Novosti remitiéndose al servicio de prensa de la empresa KBP, perteneciente al conglomerado Sistemas de alta precisión, que forma parte del megaconsorcio armero ruso Rostec.
“El sistema Guermés está siendo probado. La decisión sobre la entrega se tomará en función de los resultados de las pruebas”, declaró la compañía, agregando que los trabajos de actualización del sistema, presentado por primera vez en 2020, toman en consideración “los cambios de la situación y de las tareas”.
Presentado por primera vez en la feria Army-2020, este sistema de misiles antitanque sigue la fórmula de “100 por 100”, donde la primera cifra indica el alcance en kilómetros y la segunda, el porcentaje de precisión. De hacerse realidad las prestaciones buscadas por sus desarrolladores, se convertiría en un líder entre las armas de esta clase, por su capacidad para destruir tanques enemigos más allá del horizonte.
La versión básica del misil alcanza una velocidad de hasta 1.300 metros por segundo y tiene una ojiva de fragmentación-rompedora de 28 kilos.
El sistema puede montarse en el chasis de cualquier vehículo de mediana o gran capacidad. Los misiles vuelan primero guiados por señales de navegación desde el suelo y después de acuerdo a los datos introducidos en su sistema de navegación inercial. Al acercarse a su área objetivo, captan el blanco con su propio cabezal de autoguiado.
Un sistema Guermés incluye un vehículo de lanzamiento, varios tubos lanzadores, un vehículo provisto con radar multifuncional y un vehículo de control dotado con equipos de comunicaciones y navegación.
Anteriormente se había informado que el sistema también incorpora varios drones con diversas funcionalidades.