Tres funcionarios del Departamento de Estado renunciaron a sus cargos tras el informe en el ataque contra el Consulado de Estados Unidos en Benghazi (Libia), que acabó con la vida del embajador norteamericano, Christopher Stevens y tres personas más.
El jefe de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado estadounidense, Eric Boswell; Charlene Lamb, quien fungía como secretaria adjunta responsable de la seguridad en las embajadas estadounidense y otra persona más.
El informe detalló deficiencias de seguridad, e inadecuado y que termino con el asalto al consulado y la muerte del funcionario diplomático estadounidense.