* Los agentes que detuvieron a Kevin Clarke en 2018 aseguraron a su madre que no utilizarían un táser contra su hijo, enfermo de esquizofrenia, pero dos horas y media después le comunicaron que había muerto.
LONDRES (RT) 09 de septiembre de 2020.- La madre de Kevin Clarke, un ciudadano británico negro que murió durante una detención policial, dijo este lunes en el interrogatorio sobre el caso que su hijo sufría esquizofrenia y tenía miedo de la Policía. Según Wendy Clarke, citada por Daily Mail, esto último se debía a que anteriormente Kevin había sido maltratado por agentes.
El 09 de mayo de 2018, Kevin —que entonces vivía en un centro londinense para personas con problemas mentales— empezó a mostrar signos de una recaída y se veía “perdido y confundido”. El personal del centro llamó a la Policía para transportarlo a un hospital.
A las 14:30 de ese día, los agentes evaluaron a Kevin y no consideraron que representara “un riesgo suficientemente alto”. Once minutos más tarde, el paciente, de 35 años, llamó a su madre y le dijo que se dirigía a verla. Cuando Wendy devolvió la llamada, le contestó un oficial y le aseguró que los agentes no emplearían un táser contra su hijo. Sin embargo, a las 17:00 agentes de Policía se personaron ante Wendy Clarke y le notificaron la muerte de Kevin.
The UK has a long track record of deaths after the use of force by police officers. Today an inquest opens into the death of Kevin Clarke, a black man experiencing a mental health crisis. He died after being restrained by Metropolitan Police officers. https://t.co/70j2PDHA75
— Deborah Coles (@DebatINQUEST) September 7, 2020
Hablando en la indagatoria, Wendy dijo que su hijo “tenía miedo de la Policía porque en el pasado lo habían maltratado y habían utilizado un táser contra él”.
“Temía por su vida por el trauma que había sufrido”, resaltó la madre de la víctima, que agregó que, según una grabación de los hechos, a Kevin le practicaron la reanimación cardiopulmonar mientras estaba esposado.
Kevin Clarke fue diagnosticado con esquizofrenia cuando tenía 17 años. Conforme a la declaración de un coordinador del centro en el que vivía, era sociable y comprometido con los demás, pero podía volverse “agresivo” y “violento” durante períodos de malestar.
La investigación del caso continúa. Se espera que la Oficina Independiente de Conducta de la Policía leerá el veredicto después del interrogatorio.
VP/Internacional/EZ