Ojo Público

Norberto Hernández Montiel

Este año electoral, el primero del Siglo XXI en el que el cambio de poderes de diciembre próximo podría repetir Morena, será muy agitado; el proceso electoral no será fácil, por una cantidad de circunstancias entre las cuales destacan la guerra sucia, sobre todo del lado panista de la oposición, y la violencia multifactorial.

Haciendo a un lado las confesiones del todavía presidente del Partido Acción Nacional, Marko Cortés, en cuanto al reparto faccioso de cargos que deberían estar al margen de negociaciones partidistas, y de la increíble torpeza que exhibió, al hacer públicas las concertacesiones en lo oscurito, veamos el primer tema: la guerra sucia.

Con la incorporación de Maximiliano Cortázar, conocido como Max, al equipo de Xóchitl Gálvez, el PAN inició, desde fines del año pasado, una nueva versión de la guerra sucia que emprendió contra Andrés Manuel López Obrador, entonces candidato a la Presidencia de la República, a quien le robaron la elección en 2006 para imponer a Felipe Calderón Hinojosa.

A través de una campaña publicitaria en la que se ve abundancia de dinero, al slogan de que AMLO era “un peligro para México”, se le sumó una segunda parte, o continuación de aquella estrategia de 2006, que contó con todo el aparato mediático. La actual se difunde a través de la revista “Etcétera”, el canal “Atypical Te Ve”, e inclusive las redes del empresario Claudio X. González, el principal de los promoventes.

La maniobra actual, como toda propaganda, tiene su propio lema, elaborado para inspirar miedo entre los electores: “A Claudia se le va a caer el país”. Hay una diferencia muy grande y significativa entre las dos sentencias. En la primera, respecto al “peligro para México”, se planteaba que ese riesgo era el actual presidente.

Resultó curioso que el supuesto peligro para México esté terminando su sexenio con una moneda calificada como “superpeso”, la mayor inversión extrajera en décadas, un aumento sin precedentes al salario mínimo y las pensiones, además de la operación de los trenes, aeropuertos, refinerías y otras inversiones que fomentan el desarrollo económico, con énfasis en el sur del territorio nacional, antes abandonado.

Señalábamos la disparidad entre los dos slogans. El actual enjuicia, anticipadamente, que “a Claudia se le va a caer el país”, cambia el sujeto activo que era AMLO, como peligro para México, por un sujeto pasivo, el cual recae en la persona de Claudia Sheinbaum. Aquí surge una pregunta: ¿cómo se le caería el país a la morenista, según el dicho de los propagandistas de la derecha?

Podemos remitirnos al 14 de julio de 2023, cuando Gerardo Fernández Noroña, en su calidad de aspirante a coordinar los Comités de Defensa de la 4T, previó que aumentaría la violencia en México, lo cual aprovecharía la derecha, cuya estrategia política se olvida de cualquier proyecto y se centra, desde hace tiempo, en la descalificación del esfuerzo de la administración de AMLO para pacificar al país, cuando la violencia escaló desde el sexenio de Calderón, en el cual comenzó el baño de sangre para México, en palabras de Noroña.

Las declaraciones del petista se dieron en el contexto de un atentado que se perpetró por medio de un explosivo en Tlajomulco, Jalisco. Predijo que la violencia se incrementaría en México, ante el escenario de la elección presidencial y explicó que los opositores, entonces llamados “Frente Amplio por México”, quieren generar la percepción de que la estrategia para la pacificación de la 4T es un fracaso.

Noroña aseveró que la coalición prianista (el PRD realmente no cuenta), ahora denominada “Fuerza y Corazón por México”, trata de reprobar el trabajo de la 4T en materia de seguridad ciudadana, a pesar de que ha dado resultado, con el descenso de los índices de inseguridad, aunque no se haya logrado la pacificación total del país.

No obstante, lo que olvidan, indicó, es el sexenio de Felipe Calderón, y recordó que él, como diputado, le dijo a Genaro García Luna, de frente, que estaba vinculado con Joaquín, “El Chapo” Guzmán Loera, y eso se demostró en el juicio que le hicieron al ex secretario de Seguridad de calderonista en Estados Unidos.

Ambos, rememoró entonces, incendiaron el país, lo militarizaron, cometieron crímenes brutales desde el gobierno, con el pretexto de ejecutar una presunta guerra contra el narcotráfico, y lo que emprendieron, fueron ataques armados contra los rivales de Guzmán Loera, usando el poder público mexicano en la defensa armada de un grupo criminal.

Por ese motivo, Noroña aseguró que los partidos PRI y PAN estuvieron vinculados con el narco y siguen relacionados con esos grupos criminales, a los que favorecen, y por ello tienen una buena parte de la responsabilidad en cuanto a la violencia que hay en México.

Durante una de sus video charlas del año pasado, Noroña enfatizó la necesidad de deslindar y demostrar responsabilidades de los involucrados y meterlos a la cárcel, aunque el problema no es recluirlos, sino el tipo de jueces que hay en este momento, que los sueltan, como fue evidente, también, en el caso de Rosario Robles, que está libre, a pesar de su responsabilidad en la ampliamente documentada estafa maestra.

En ese mensaje, Noroña recordó la carta que el presidente Andrés Manuel López Obrador envió al juez Octavo de Distrito en Materia Administrativa, Martín Adolfo Santos Pérez, quien trató de censurarlo, con el fin de que el jefe del Ejecutivo evitara hablar de los mil 400 millones de pesos que obtuvo Xóchitl Gálvez, a través del tráfico de influencias.

Al respecto, es pertinente recordar, que este mismo juez otorgó, el 14 de febrero de 2014, un amparo al mismísimo Joaquín, El Chapo Guzmán Loera, con la finalidad de evitar la extradición de éste, actualmente preso por narcotráfico en Estados Unidos (“Contralínea”, 10 de agosto de 2023).

Con base en maniobras como esas, expuso Noroña, los partidos de oposición dicen, hipócritamente, que ha fracasado la política de seguridad de López Obrador, quien a pesar de comenzar todos sus días de gobierno encabezando una reunión con el gabinete de Seguridad, no ha logrado la pacificación del país, debido a la actuación de representantes del Poder Judicial de la catadura de Martín Adolfo Santos Pérez.