Por Leonardo González
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de septiembre de 2018.- Y en el Año de Hidalgo la impunidad y corrupción se hacen presentes, cuando grupos taxis piratas, bajo el logo de Panteras CDMX, liderados por Álvaro Castillo y con evidente apadrinamiento de altos funcionarios públicos, invadieron el CETRAM Periférico Oriente, específicamente la bahía que se encuentra asignada, después de largos procedimientos administrativos a la Ruta 56.
Como se aprecia en las gráficas los vehículos han sido acondicionados con copete, bandera y
descaradamente hasta pintados con la cromática oficial de taxi, sin embargo emplacados como vehículos particulares (algunos incluso con placas del Estado de México).
Además vandalizan y hacen uso indebido de la caseta que ahí se ubica, la infraestructura del Gobierno de la CDMX, así mismo, existe un desfalco a las arcas de la tesorería de la ciudad al no realizar pagos de acceso (evidentemente por ser vehículos ilegales)
Este grupo de delincuentes (así catalogados por la misma ley de movilidad, que nadie respeta) pretenden imponer su voluntad, convirtiéndose en un peligro para la sociedad, pues carecen de cualquier registro, los usuarios no saben quién les presta el servicio, no sabe si los choferes tienen las aptitudes necesarias para ello, y peor aún ni siquiera tienen la certeza de que llegaran con bien a su destino.
Los delitos son flagrantes y las autoridades con su omisión se vuelven cómplices, pues solapan y protegen a delincuentes.