El Arzobispo Primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, avaló el uso de la mariguana sólo con fines medicinales, al tiempo de precisar que “la Iglesia nunca ha tenido ningún problema en recomendar que todos los elementos de la naturaleza que sirvan para la dignificación, para la salud, para una mejor vida de los ciudadanos, sea aprovechada”.
El purpurado sostuvo que la legalización de la yerba “no es el camino”, para contrarrestar la violencia que el consumo de este enervante produce, con el cual, los grupos del crimen organizado se enriquecen, así como con la venta de otros estupefacientes.
Al respecto, advirtió que el consumo de esta yerba genera mucha violencia en la sociedad, así como otros estupefacientes, ya que “quienes desarrollan una adicción reproducen la violencia”.
En este mismo sentido, dijo conocer a muchas familias que viven, calificó “un infierno, una angustia terrible”, porque algún integrante de la familia es adicto a la mariguana o a otros estupefacientes y no sólo dañan su salud, sino que para mantener esa adicción comienzan a robar sus propias casas y después en otras partes y eso, desafortunadamente, genera violencia, porque los otros se resisten a darle lo que los adictos exigen.
En reunión con representantes de los medios de comunicación, con motivo del fin de año, Rivera Carrera señaló que de cara a los foros de consulta respecto del consumo de este enervante, y cuyos participantes serán convocados por la Secretaría de Gobernación (Segob), dependencia que se encargará de organizar estos foros, señaló que hasta el momento la Iglesia católica no ha sido convocada.
Ante ello, sostuvo que “nosotros, con invitación o sin invitación, daremos nuestro parecer. También señaló que el origen de la violencia no surge de los cárteles de la droga, sino que es un problema generado desde las familias, por lo que requiere hacer un programa integral que se dirija a ellos.
En relación al uso médico de la mariguana, recordó que ésta hace muchos años que se ha venido usando, como lo hacían en el pasado muchas personas con alcohol, para sobar dolencias del cuerpo.
“Yo les puedo decir que desde chico conocí esa situación, sobre todo cuando uno trabajaba mucho o caminaba mucho y llegaba muy cansado, pues le daban a uno su friega de mariguana con alcohol -su friega en el sentido correcto, no en el que están pensando ustedes-y nunca nadie lo vio como algo fuera de orden”.
