México, 16 Oct. (Notimex).- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) llamó a tomar conciencia del problema alimentario mundial y ser solidarios en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza, pues sólo las soluciones comunes y compartidas, dijo, pueden dar respuesta a las expectativas de personas y pueblos.
En el marco del Día Mundial de la Alimentación, sostuvo que dichas soluciones deben estar basadas en la dignidad y derechos de toda persona humana.
Sólo en conjunto, refirió, seremos capaces de construir sistemas de gobierno, económicos y sociales promotores de una cultura respetuosa del medio ambiente, de sanidad pública, de educación integral y de oportunidades para todos, favoreciendo actitudes responsables, participativas y solidarias.
En un comunicado firmado por el Obispo Auxiliar de Puebla y secretario general de la CEM, Eugenio Lira Rugarcía, la Iglesia Católica en México, expresó su preocupación ante el doloroso y grave problema alimentario en el planeta.
Lira Rugarcía afirmó que las legislaciones nacionales e internacionales, las instituciones, organizaciones, programas, y presupuestos, la aplicación de recursos y los créditos al campo, así como el adecuado acompañamiento en los procesos de producción y distribución, deben tener por fundamento y meta a la persona.
En este sentido, el prelado citó a Benedicto XVI, quien proponía apoyar experiencias exitosas en muchos países, como las cooperativas, que, favoreciendo la integración de las comunidades, permiten a los agricultores y las poblaciones rurales intervenir en los momentos decisorios.
Además, ayudar a frenar las tendencias especulativas y el acaparamiento de las áreas cultivables que, en diversas regiones, obligan a los campesinos a abandonar sus tierras, ya que individualmente no tienen posibilidades de hacer valer sus derechos.
“Ojalá cada uno hagamos lo que esté de nuestra parte para liberar a México y al mundo del drama del hambre y la malnutrición, teniendo presente que hoy Jesús nos sigue pidiendo lo que mandó a sus discípulos al ver a la muchedumbre hambrienta”, indicó el obispo.
De acuerdo con diversos estudios, indicó, las tendencias especulativas, el acaparamiento de las áreas cultivables, y la deficiencia de las políticas e instituciones relacionadas con el campo y los sistemas alimentarios, ha provocado que 870 millones de personas en el mundo sufran desnutrición crónica.
El 16 de octubre, convocados por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se celebra como cada año, el Día Mundial de la Alimentación. El tema de 2013 es: “Sistemas alimentarios sostenibles para la seguridad alimentaria y la nutrición”.
La FAO advierte que los modelos actuales e insostenibles de desarrollo están degradando el ambiente natural, amenazando a los ecosistemas y la biodiversidad, indispensables para nuestra sobrevivencia y para el abastecimiento futuro de alimentos.
Por otro lado, lamentó que la mayoría de los campesinos enfrente pobreza, carencia de servicios básicos, deficientes sistemas de sembrado y de riego, así como dificultades para conservar sus tierras, para obtener financiamiento y para lograr condiciones favorables en la compra de insumos y en la venta de sus productos.