Voces del Periodista Diario

¿Por qué me pasa esto?, cuestionaba Belén, víctima de un cura pederasta

Por Gloria Islas Rodríguez

MÉXICO (Notimex) 14 de diciembre de 2019.- “¡Después de cada abuso, cada vez que subía a la oficina del padre, yo sentía que tenía que hablarlo con Dios, le tenía que preguntar por qué me estaba pasando eso!”, relató Belén N., quien fue víctima de abuso sexual a los seis años de edad por un sacerdote de los Legionarios de Cristo.

A 18 años de distancia, Belén reclama justicia y acusa de encubrimiento y omisiones graves que persisten en los liderazgos actuales de esa congregación católica fundada en 1941 por Marcial Maciel, quien fue acusado de pederastia.

En entrevista con Notimex, la ahora misionera de 34 años recordó que en 1991 ingresó al Instituto Cumbres de Cancún, para cursar su primer año de primaria; la escuela se estaba inaugurando y tenía como director al clérigo Fernando Martínez Suárez.

Ese mismo año, iniciaron los casos de abuso sexual contra seis niñas, que hasta el momento han sido reconocidas por la misma orden religiosa. Martínez Suárez cometió el delito durante tres años en esa escuela y hasta 1993 fue removido, ante las denuncias de madres de familia y maestras.

Belén, quien sufrió más de un año los abusos, denunció que Aurora Morales, maestra y prefecta de disciplina, era la encargada de sacar del salón de clases a las niñas para llevarla a las oficinas del director, en donde las dejaba con su agresor.

Ella está señalada como cómplice, porque nos sacaba del salón, te llevaba a la dirección en donde ya se desentendía, eran varias veces, entonces, todas la señalan que tenía conocimiento de lo que en ese lugar pasaba”, reprochó.

No se cómo escogía a las niñas … yo no hablaba con nadie. Hasta que mi mamá me preguntó y fue porque las mamás de las niñas más grandes ya habían hablado de lo que pasaba”.

Las niñas más grandes, dijo, denunciaron que el sacerdote les hacía ver cuando cometía esos actos con las más pequeñas, que era su caso, por eso se enteró su mamá.

Criada en una familia católica, que le inculcaba respeto y obediencia por los sacerdotes, Belén no sabía cómo procesar lo que le pasaba: “Sentía vergüenza. Y después de cada abuso, cada vez que subía a la oficina del padre, yo sentía que tenía que hablarlo con Dios, porque le tenía que preguntar porqué me estaba pasando eso”.

Antes de regresar al salón de clases, corría a la capilla de la escuela. “Yo lloraba y lloraba, le decía a Dios: por qué permites esto, es alguien que te representa y me está haciendo daño (…) Mi confidente era Dios”.

La misionera también acusó a Eloy Bedia, director territorial de la congregación entre 1992 y el 2000, de encubrir al clérigo y lamentó que en su informe Los Legionarios de Cristo ni lo mencionan.

El padre Eloy, a quien también estamos acusando de encubridor, porque es quien cerró el caso, llegó a Cancún y dijo a las mamás que ya no iban a ver al padre Fernando, que se le iba a remover de toda vida pública, no iba estar cerca de niños y que iban a dar atención psiquiátrica a las afectadas, lo que nunca sucedió”.

Sin embargo, Belén señaló que en mayo de 2019 se descubrió que la maestra Aurora llevaba varios años trabajando en un Colegio de los Legionarios de Cristo en Monterrey y en una foto de 2017 se vió al padre Fernando Martínez completamente activo, ejerciendo su ministerio y con dos adolescente a su lado.

Belén pidió ante ello que la Legión de Cristo se haga responsable de los actos de sus sacerdotes y no sean encubridores, y confió en que en enero o febrero del próximo año, El Vaticano expulse a Martínez Suárez, así tenga 80 años de edad.

VP/Nacional/EZ

Articulos relacionados

Célula de los Beltrán Leyva al descubierto en Edomex

AMLO pide a Guardia Nacional que ponga orden Puebla

Redacción Voces del Periodista

MUJERES MIGRANTES

Redacción Voces del Periodista