“No sería deseable, ni estoy a favor de una eventual legalización del consumo de la mariguana, pero esta posición tampoco riñe con la aceptación y convicción personal que tengo para abrir un debate”, fueron las palabras del presidente Enrique Peña Nieto con respecto al polémico tema de la posible aceptación del cultivo y consumo recreativo de la hierba. La declaración surgió luego de que el miércoles de la semana pasada la Suprema Corte de Justicia aprobara el beneficio de estos usos ganado por cuatro personas que impugnaron cuatro artículos de la Ley General de Salud.
Abundó en la idea al decir que “no puedo ser dueño único de la verdad, esa es mi convicción personal. Estoy abierto y lo estaré como Presidente de la República para recoger realmente posiciones debidamente documentadas, científicamente sostenibles, que eventualmente puedan dar curso a una posición distinta”.
Sus declaraciones las hizo en el marco del 4° Foro Nacional Sumemos Causas, donde indicó que no solo se trata de “ir mucho más allá de lo que es la resolución de orden judicial, sino ver los alcances médicos, sociológicos, que tiene una eventual apertura en el consumo particular de la marihuana”.
Instó a que se abra un amplio debate en el país que aglutine a la mayor cantidad de opiniones de los distintos sectores de la sociedad, sobre todo de los que tengan que decir algo especializado sobre el tema, y además informó que en abril del próximo año la ONU hará un debate internacional sobre este tema. Debido a ello consideró que es muy necesario que en México ya se haya discutido el tema.
Enfatizó que “esto de ninguna manera suponga una apertura y liberalización para el consumo de drogas mucho más dañinas para la salud personal y la salud pública”. Sin embargo reconoció que el consumo de la cannabis “debe observarse desde la perspectiva de los derechos humanos”, que es tal como lo resolvió la Corte.
En el tema de la producción y consumo de la hierba, han vertido su opinión muy diversos sectores de la sociedad mexicana, entre quienes se puede contar a quienes la aceptan, como los consumidores abiertos, artistas, grupos culturales, analistas, empresarios, y los que se oponen, como diversas organizaciones religiosas, asociaciones de padres de familia, maestros de escuela, grupos en pro de la salud y otros. La polémica está en curso y seguramente ya no habrá marcha atrás en cuanto a su aceptación abierta dentro de la sociedad.
previous post