Voces del Periodista Diario

ATENTADO CONTRA LA CULTURA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS.

Por Pablo Moctezuma Barragán

El pasado 24 de junio de 2023, la alcaldesa Margarita Saldaña eliminó completamente el Museo Centro de los Pueblos Originarios en Azcapotzalco e inauguró en su lugar un “Museo de arte tridimensional”. Ya había aprovechado la pandemia para desmantelarlo totalmente y tapar los murales del artista de Cuetzalan, Don Gregorio Méndez. Esto es grave porque el Museo Centro forma parte de un proyecto integral que incluye cientos de metros de murales en el Centro y en el Museo de Azcapotzalco, que desde que se proyectaron en 1997, están concebidos como una dualidad e integrados en el Parque Tezozómoc. Además de los dos museos, hay espacio para pueblos y barrios originarios de Azcapotzalco, temazcales, baños secos, medicina tradicional, todo el concepto es unitario, habiéndose instalado un ajolotario y una chinampa y en todos los rincones se pusieron todos los señalamientos en náhuatl. El Museo Centro es parte integrante del gran espacio cultural construido de 1998 al 2000. Ahora la mitad del inmueble está invadido por oficinas burocráticas en los salones diseñados para diversos talleres abiertos al público y para la actividad cultural.
En 1997 en el Parque Tezozómoc lo que existía en ese espacio era la instalación de un cuartel de la policía. El gobierno de Azcapotzalco comenzó el trabajo para trasladar la gendarmería a un lugar mejor y tras largos meses de trabajo se reubicó en la colonia San Mateo. Entonces se pudo comenzar a remodelar instalaciones y a construir dos museos ligados: el Museo Centro de Pueblos Originarios y el Museo de Azcapotzalco. Fueron tres años en los que se trabajó a toda máquina.

Al Centro-Museo de Pueblos Originarios lo acompaña el Museo de Azcapotzalco. Se cortó el listón el 13 de septiembre de 2000. A la inauguración asistió el secretario de Cultura Alejandro Aura, antes, a la preinauguración del primero, había asistido el querido obispo Samuel Ruiz quien examinó el espacio y quedó muy contento con el proyecto que incluía talleres de lengua, canto, medicina tradicional, temazcales, eventos para el trueque, danza y otros. El Museo Centro de Pueblos Originarios estaba listo, faltaba ultimar detalles, todo el proyecto se plasmó en un documento ejecutivo que realizó el maestro Miguel Ángel Mendoza “Kuaukoatl”. Desgraciadamente el tiempo se agotó, pero toda la información y documentación se entregó a la candidata triunfadora del PAN, Margarita Saldaña.

El Museo-Centro de Pueblos Originarios y el Museo de Azcapotzalco se encuentran en el Parque Tezozómoc, no procedía tener ahí un cuartel de policía porque era un espacio cultural y educativo, en lo que es el área verde más importante de Azcapotzalco, un parque dedicado a la recreación de la Cuenca de México con sus pueblos originarios y un lago “maqueta” que reproduce los cinco lagos prehispánicos: Xaltocan, Zumpango, Texcoco, Xochimilco y Chalco, con sus montes y colinas, es un parque destinado a las culturas originarias que tiene numerosos señalamientos en náhuatl y español y donde se había instalado un ajolotario con mil ajolotes de ocho especies diferentes, que la administración de la alcaldía 2018-2021 dejó morir al no alimentarlos así como dejó morir la chinampa que se había inaugurado, así como eliminaron el Museo de la Hormiga en la Casa de la Cultura, para llenarlo de oficinas.

En el año 2000, la siguiente administración del PAN, cerró el Museo, tras esperar unos meses, pintó de otro color el Museo de Azcapotzalco y lo inauguró como “Museo Regional” anunciándolo falazmente como obra del gobierno delegacional 2000-2003. Lo hicieron desmantelando todo el trabajo de la curadora Rosario López Escobedo, del destacado arquitecto Carlos Flores Marini y desapareciendo las colecciones de arte prehispánico donadas al museo por varios chintololos entre ellos el pintor Pepe Padilla, el señor Rodolfo Gil, dueño del restaurante “El Nevado” y otros donantes. Cabe mencionar que para abrir el Museo de Azcapotzalco se realizó una fuerte inversión en la curaduría, misma que fue desperdiciada. El Museo de los Pueblos Originarios y todo su proyecto, quedó cancelado y se instaló un museo al que llamaron de Arte Tridimensional. Las siguientes administraciones abandonaron los espacios culturales y convirtieron en oficinas, bodegas y muy marginalmente realizaban alguna exposición. Azcapotzalco se quedaba una vez más como una delegación sin un museo propio que le diera identidad. En los sucesivos gobiernos llenaron el espacio de oficinas. Esta es la segunda ocasión en la que la alcaldesa Margarita Saldaña deshecha todo el trabajo anterior para improvisar su idea, de espaldas a los pueblos originarios y al proyecto integral del Parque Tezozómoc.

Al triunfo de Morena se recuperó el Museo-Centro de Pueblos Originarios construido en el año 2000. Así se retomó, en 2015, el proyecto de 1997-2000, se comenzó a trabajar en ese señalado espacio desde el 11 de diciembre de 2015, con la Inauguración de Arte Plumario en el Museo del Tezozómoc, del maestro Manuel Tekpatl. Que se mantuvo abierto hasta febrero de 2016 y continuamos actividades cotidianas. En el recinto del Museo-Centro de los Pueblos Originarios se pintaron murales relativos a nuestras culturas originarias del reconocido maestro Iseo Noyola Iglesias y los dos murales del maestro Goyo Méndez Nava, el prestigiado artista de Cuetzalan, quien se vino a vivir a Azcapotzalco unos meses para plasmar su obra, misma que ha sido tapada por la actual administración del PAN-PRI-PRD.

En la reinauguración se dedicó el Museo-Centro de Pueblos Originarios a dos destacados chintololos, pues se exhibía ahí la valiosa obra de Jaled Muyaes y Estela Ogazón, y nótese que se dedicó el museo a esta pareja emblemática de Azcapotzalco y a una muestra significativa de máscaras de toda la república, todas bailadas, coleccionadas durante 60 años. Ahora han sido retiradas del lugar en el que su obra ocupaba el lugar especial, para colocarlas en el museo aledaño. En el Museo-Centro de Pueblos Originarios ya no existe la magnífica colección de 70 máscaras. También se exhibían esculturas de Jaled Muyaes y sólo respetaron la magna instalación de herramientas de trabajo empleadas durante el Siglo XIX: una verdadera obra de arte conjugada de manera precisa y ordenada mural único en su especie. Lejos de considerarla como basura o materia inservible, Jaled Muyaes dedicó la última parte de su vida a trabajar el fierro corroído por el tiempo. Oda al trabajo es una de las máximas expresiones artísticas contemporáneas, la cual enaltece a los diferentes oficios practicados por el ser humano: desde la carpintería, la plomería, la albañilería, la odontología en el México decimonónico este mural impresionante de cientos de herramientas de todo tipo del siglo XIX, que tienen un valor incalculable tangible e intangible. Se dedicó el Centro Museo de Pueblos Originarios a Estela y Jaled como reconocimiento a su labor entre todos los pueblos originarios de México, a su valoración de las culturas ancestrales a las que dedicaron su vida, por eso el Centro Museo debe guardar las máscaras.

El recoger la obra local y los personajes locales de gran valor es indispensable en la construcción identitaria de cada lugar. En el Museo-Centro de Pueblos Originarios se planearon y realizaron actividades desde medicina tradicional, artesanía, danza, lengua, temazcales, trueque y venta de artesanías, se usó como espacio para las actividades de los pueblos y barrios de Azcapotzalco. El Museo-Centro de Pueblos Originarios se reinauguró con la exhibición de la obra Jaled Muyaes y Estela Ogazón el 13 de julio de 2020.
Por su parte, el Museo de Azcapotzalco, tras una remodelación, fue reinaugurado por el director del INAH, el antropólogo Diego Prieto Hernández, el 30 de agosto de 2018, exhibiendo 400 piezas que se encontraban en las bodegas del INAH, luego de un trabajo de colaboración con el INAH y una gran inversión en el espacio en el que trabajaron la museografía de Gabriela López Pérez y el arqueólogo Luis Córdoba, este museo nos lleva por la historia de la Alcaldía chintolola, desde el pleistoceno hasta el siglo XX. Se compró el Hormibus que llevaba gratuitamente a niñas y niños a los museos y se les inculcaba el amor a la cultura.

El Museo cuenta con una sala de arqueología donde se exponen los centenares de piezas encontradas en Azcapotzalco en distintas épocas. Se exhiben valiosas muestras de cerámica y piedra: platos, bezotes, figurillas, malacates, cajetes y mucho más. El museo tiene su sala que detalla todo el proceso histórico de Azcapotzalco hasta el siglo XX. Se reproduce un gran mamut y una teocalli (pirámide) en ruinas en contrapunto con la parroquia de Felipe y Santiago, lugar que guarda la Capilla del Rosario, joya barroca de nuestra ciudad. En el gran atrio se llevó a cabo la última batalla de la Independencia, que ahí se recuerda. Aparecen personajes importantes, se conoce la relevancia de las encomiendas, tributos, el reparto de tierras y mucho más. Este museo también sufrió alteraciones importantes, pero de perdida no lo liquidaron, aunque sí se colocó una placa monumental para aparentar que el trabajo es obra de la actual administración.

Cada alcaldía y municipio necesita un espacio para los pueblos originarios, cimiento de nuestra cultura que han sido sistemáticamente marginados y despreciados; conservar su memoria histórica, identidad y apego a sus lugares de origen es clave en la vida nacional. Azcapotzalco por la misma razón, era un verdadero hormiguero de organización, comunidad y trabajo. Este proyecto de 25 años fue muy necesario pues finalizaba el siglo XX y no había ningún espacio en el norponiente de la ciudad para los pueblos originarios. Un museo en Azcapotzalco que recuperara su importancia histórica y le diera a la población sentido de identidad.

En 2015 desde la campaña por la Jefatura Delegacional 2015-2018 se propuso rescatar los museos y el gobierno electo con la aprobación de la gente comenzó el trabajo. Otra vez fue muy complicado reinaugurar los museos, se trabajó a fondo, se invirtieron muchos recursos humanos y financieros, se colaboró con el INAH y con la Secretaría de Cultura de la CDMX. Es necesario echar a andar los talleres en el Museo-Centro de Pueblos Originarios porque para eso fue construido para recoger y recrear nuestros saberes. Toda esa inversión debe aprovecharse y dar múltiples frutos para Azcapotzalco y su gente.

Sabemos que la ideología panista considera desde sus orígenes a las culturas indígenas como “salvajes” y desde su punto de vista sólo la ayuda de la cultura española las sacó del atraso, los escritos de fundadores como Efraín González Luna lo expresan claramente. Esta es la actitud que se muestra claramente en las acciones que mencionamos en este artículo, desgraciadamente no sólo se atenta contra la cultura en el Parque Tezozómoc, la Casa de la Cultura de Azcapotzalco está prácticamente cerrada y sin actividades, evitando incluso que la gente suba las escaleras para apreciar una de las joyas culturales más importantes de los chintololos, el mural La Herencia Tepaneca en el umbral del Tercer Milenio, de Arturo García Bustos, pintor perteneciente al grupo de Los 7 Fridos.

Los talleres culturales de Casa de Cultura Azcapotzalco ya no existen, lo llenaron de oficinas, las actividades para que la población tenga un acercamiento a la cultura sólo se limitan a exposiciones itinerantes cada dos semanas, y con eso sienten haber cumplido. Las casas, salas y recintos culturales que existen en la demarcación y que pertenecen a la Alcaldía sólo se limitan a actividades como zumba, danza árabe y a veces ballet, y algunas como sede de programas de apoyo que nada tienen que ver con la cultura. La misma ideología y lo mismo que hace más de 20 años… Por dar un ejemplo, a los maestros de náhuatl José Juan Cruz y de zapoteco Julio Cesar Arguelles los ocupan para lavar baños y barrer.

El Archivo Histórico inaugurado el año 2000 por Miguel León Portilla en la antigua casa de bombas del Jardin Hidalgo ya no existe, Margarita Saldaña al llegar a la delegación en el 2000, cerró el lugar, le quitó difusión y se volvió un fantasma del centro de su demarcación. Las actividades en dicho Jardín están ausentes, recordemos que de 2015 a 2018 hubo ópera cada domingo. El Hormibus ya no da los servicios de antes, la administración le da prioridad a recorridos que nada tienen que ver con la Alcaldía, en los que se cobra y se hace uso de los autobuses de esta alcaldía para recorridos a Acapulco, Puebla, Hidalgo, etc. haciendo de menor prioridad los recorridos escolares. El Hormibus también tiene un uso limitado en esta administración, usado más para transporte de carga o trasladado de personal que para los recorridos turísticos por los pueblos originarios de Azcapotzalco.

En la Casa de Cultura de Azcapotzalco la entrada al público en general es a cuenta gotas, pues según la Directora de Cultura de la administración actual, María Eugenia, la duela principalmente y otros elementos relacionados con la rehabilitación de este recinto “se pueden gastar o dañar”. Esto ha generado quejas entre la población, que de manera grosera ha sido corrida por el propio personal.

Exigimos la reapertura del Centro Museo de Azcapotzalco y el desarrollo de las actividades para las que fue proyectado y que no se abandone la cultura en tierras chintololas, ahora gobernada por la alianza PAN-PRI-PRD.

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