RAZÓN, TESÓN Y CORAZÓN
Por Alejandro Ruiz Robles
LA REUNIÓN.
Con motivo del XIV Encuentro de Ex becarios de Israel en Latinoamérica, efectuado el mes de noviembre en Mendoza, Argentina, tuvimos la oportunidad de reunirnos varias decenas de compañeros y amigos para compartir, convivir y comentar los avances individuales y logros sociales que hemos alcanzado a partir de nuestra experiencia de vida y cognoscitiva en aquel país.
La amistad, el compañerismo y la vibra positiva en todos fue el detonante de grandes momentos que se vivieron en cuatro días; en el entendido que a todos nos duele la difícil situación que allá se vive y que por todos es conocida, destacando nuestra solidaridad con el sufrir de los inocentes y deseos de paz para todos.
Mención aparte merece la nostalgia por haber tenido la oportunidad de vivir una experiencia mística en Tierra Santa y que siempre se manifiesta a través de anécdotas, nostalgia o gratos recuerdos; así como nos sentimos parte de la historia al recorrer lugares que le dan un sentido a nuestras vidas y fortalecen la fe que nuestras almas albergan, también estamos conscientes del compromiso que genera haber tenido una oportunidad única de estudio y crecimiento.
Sin duda, todos los viajes ilustran, pero siempre será éste especial porque para muchos se ha convertido en un parteaguas en nuestras vidas, ya sea por lo vivido, lo ocurrido o por su significado emocional. Basta decir que la mayoría coincidía con la letra con que Violeta Parra homenajeo su existencia: “¡Gracias a la Vida que me ha dado tanto!”.
¿Has tenido alguna vivencia similar?
EL CONTENIDO.
Dentro del evento se impartieron algunas charlas excelsas sobre temas de interés y realidades a tomar en cuenta a cargo de ponentes de reconocido prestigio en el medio; no obstante, lo que más llamó la atención fueron las platicas sobre los diversos proyectos que se han emprendido en diversas comunidades y que han sido realizados a partir de los conocimientos adquiridos durante la beca.
Escuchar la vehemencia de los compañeros ante los resultados de éxito obtenidos es un incentivo para que cada uno de los escuchas; al verlos, todos nos alimentamos de su entusiasmo y nos motiva a seguir nuestros proyectos con el anhelo de pronto exponer al igual que ellos. Las satisfacciones personales y profesionales son compartidas y disfrutadas entre nosotros como si fueran propias.
Pensar que lo que inicio en una idea con esfuerzo, dedicación y preparación ha logrado consolidarse como un hermoso evento existente.
Sin duda, la vida es sabia y siempre nos tiene sorpresas reservadas para hacer más interesante el camino … ¿quién de nosotros alguna vez se imagino que una beca obtenida en un lugar al otro lado del mundo podría habernos dado tanta riqueza para aplicar en nuestras vidas?
En todas las vidas hay hitos; es decir, momentos clave que nos transforman y esa experiencia fue una de ellas. ¿Te ha pasado?, ¿Cuál ha sido la tuya?
LA BURBUJA.
Pensar en retrospectiva y pretender razonar sobre el pasado se oye sencillo; después de todo, lo ocurrido ya paso.
Cuando platicábamos sobre la manera en que conocimos de la oportunidad de ir a estudiar a Israel y los requisitos a cumplir para obtener la beca, nadie daba por hecho obtenerla.
“No lo creía” eran las respuestas coincidentes de todos; no obstante, al hacer esfuerzos económicos para pagar el viaje y desde luego, el estimado de gastos que ocuparíamos, la realidad nos alcanzaba.
Tras horas de vuelo y cansancio acumulado, se llego al centro de estudios que correspondía y ahí, durante semanas nos preparamos. Los días y las noches eran distintas, con mucho por conocer y demasiado para compartir, la nostalgia se prescindía en el inicio y se incrementaba conforme se acercaba la hora de partir.
No había capacidad para contar todo a través de un teléfono o escribir sin llegar al cansancio en una carta o correo; de tal manera que quienes nos esperaban en casa sólo tendrían opción de esperar a nuestro regreso para disfrutar íntegramente y con detalles de nuestras aventuras.
El ambiente de aprender sin mayores pretensiones que ser uno, hacia que no recurriéramos a sistemas de defensa individuales durante el convivio, toda vez que no percibíamos peligro alguno a nuestro alrededor. Nos mostramos tal y como somos, olvidándonos de las posiciones e intereses que mostramos en casa.
¿Alguna vez te has mostrado tal y como eres ante los demás?
EL DESPERTAR.
La magia generada durante esa extraordinaria estancia se hizo una con nuestra realidad al regresar a nuestros hogares; nunca más las cosas serían igual.
Con la madurez, hemos aprendido a darle el valor a esa vivencia y seguros estamos que nunca nada nos hará olvidarla; de hecho, siempre que haya oportunidad, platicamos de ella con la convicción de que se trata de un evento inolvidable.
A veces, cuando soñamos bonito tratamos de aferrarnos a un recuerdo o bien, conservar en lo posible todos los detalles. La ventaja de la vida es que lo vivimos y como tal, lo aprendido, disfrutado y sentido son nuestro acervo que, de acuerdo con la manera en que lo valoremos, podremos capitalizarlo para nuestro presente y construir un mejor futuro.
El tiempo es el mejor testigo de como hemos evolucionado con el viaje; no hay lugar para el si hubiera, toda vez que en nosotros estuvo aprovecharlo de la mejor manera y sus frutos se han dado en nuestro día a día.
Siempre que hablamos de que podemos ser nuestra mejor versión, atendemos a las circunstancias de las que hemos obtenido las lecciones más importantes y sin duda, lo vivido en Israel ocupará un lugar especial.
Alguien me comento, con razón, que no es necesario viajar para evolucionar hasta consolidarnos como la persona que deseamos ser; no obstante, en este caso, si fue algo en lo que todos hemos coincidido, atendiendo también a que el éxito radica en cada uno de nosotros y la manera en que nos esforzamos por dar lo máximo.
Sea con o sin una experiencia fantástica en tu vida … ¿eres tú mejor versión?
LA RIQUEZA Y LA EXPERIENCIA.
El Encuentro en Argentina terminó y será hasta dentro de dos años cuando nos volvamos a juntar y Colombia es el destino. Seguro es que no todos repetirán y las altas y bajas serán una constante; lo cual, generará un contenido distinto para quienes asistan. Nada es igual, ya sea por el lugar, las personas, los programas o simplemente, las expectativas generadas y cumplidas; no obstante, el ímpetu y las ganas de estar son equivalentes.
Aún recuerdo que cuando decidí asistir a la beca, muchos no creían que fuera a un lugar que estaba en algo más parecido a la guerra que a la paz … “¿para qué pones en peligro tu vida?”; de hecho, no falto quien me preguntara la razón para huir de mi realidad … ¿de qué te escapas?”. La advertencia de “para que vas a perder el tiempo a ese lugar” también se hizo presente.
A unos años de ese viaje, realmente creo que la vida me premio al igual que a la mayoría de los que estábamos en el evento. Si hoy me preguntarán si a esta fecha lo volvería a hacer, no sabría que decir, atendiendo a mis actividades y físico; lo que sí es seguro es que lo vería de otra manera.
Desde luego que hay mil y un momentos para recordar, personas para añorar, situaciones para anhelar y detalles para llorar; sin duda que, la suma de ellos, aunado a mis valores, conocimientos y experiencias me han ayudado a ser mejor persona.
En ocasiones, es bueno titular momentos de tu vida y reconocerlos por su valor y si me correspondiera hacerlo, le llamaría “el origen de mi yo emprendedor”. ¿Alguna vez le has puesto un título a tu vida?
¿CÓMO SE LLAMA EL CAPÍTULO DE TU VIDA QUE ESTÁS ESCRIBIENDO HOY?
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Posdata: Agradezco al Instituto Javier Barbero del Paraguay, por tan notable distinción.
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