Voces del Periodista Diario

Contener a EEUU en el Caribe

¿Cómo puede Rusia contribuir a la protección de la la soberanía de la América latina y obligar a Washington a mostrarse conciliador?

 

Por Gastón Pardo

La crisis de los misiles de Cuba en 1962 demostró que existen límites más allá de los cuales Estados Unidos comienza a sentirse amenazado en su seguridad ontológica. El despliegue de misiles nucleares soviéticos en Cuba para responder a la presencia de misiles de EEUU en Turquía obligó a la administración Kennedy a hacer ciertas concesiones.   (Recordemos la necesaria conexión de esta primera parte de mi artículo basada en un comentario de Katehon (site geopolítico ruso) para hacer comparaciones operativas  señalar diferencias con la segunda parte basada en un artículo escrito por el analista canadiense de la geopolítica rusa Paul Robinson, aparecido en RT y en arretsurinfo, de la notable periodista suiza Silvia Cattori. Nota de Gastón Pardo).
 La situación puede ahora repetirse, dentro de una tensión menos dramática y sin la amenaza visible de una guerra nuclear. Y como la Casa Blanca no acepta las proposiciones de Moscú que procura establecer un marco de seguridad, el Kremlin queda con las manos  libres. Menudean las declaraciones mediáticas tendentes a intensificar la cooperación técnico-militar con asociados cercanos a las fronteras estadounidenses: Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Con esos tres países, Rusia tiene añeja experiencia en cooperación militar y seguridad. Las puertas de la economía están en la mira Estados Unidos realiza una parte importante de sus operaciones de importación y exportación por las rutas del Golfo de México. Los puertos de Houston, Nueva Orleans, Mobile, y Miami en Florida cuentan con importantes cadenas de aprovisionamiento de mercancías y materias primas para la industria de EEUU, (sin faltar el tráfico de drogas. Nota del Trad.)
Y no se trata más que de los mayores puntos de carga y descarga; Hay unos veinte puertos marítimos o ribereños situados en el golfo de México, que si fueran paralizados por una amenaza militar, las terminales de las costas del Atlántico y del Pacífico no podrían sostener la carga de aprovisionamiento, lo que sería desastroso para la la economía estadounidense. EEUU es bien conciente de esta perspectiva, y uno de los objetivos del embargo y las sanciones contra Cuba sería el de reducir su potencial industrial y de defensa.
Además, una base militar de EEUU está situada ilegalmente en la provincia de Guantánamo, que permite a las fuerzas armadas estadounidenses llevar a cabo actividades de espionaje y vigilancia operativa. La ayuda de Rusia para lograr la retirada de los ocupantes de esta base sería invaluable para Cuba porque confirmaría el restablecimiento de la soberanía del gobierno de La Habana sobre todo el  territorio cubano. Además de los métodos legales, de los bloqueos y los medios de presión podrían situarse barreras de minas que impidieran al paso de navíos estadounidenses.
 Ciberguerra 
 En la época de la guerra fría, Cuba albergaba un centro radio-electrónico en Lourdes (Cuba) para interceptar las informaciones de los satélites de comunicación de EEUU y de los cables de telecomunicaciones hacia Estados Unidos. Sin embargo, ha sido cerrado. Pero el centro radioelectrónico ruso GLONASS situado en Nicaragua sigue operando. La aparición de centros y de instalaciones y de intercepción de radio electrónica en Cuba y Venezuela crearía problemas adicionales al Comando Sur de Estados Unidos, en especial para la marina. Los ciberataques procedentes de estados vecinos podrían asimismo ser lanzados sobre el territorio de EEUU.
México podría ser el sitio ideal, a la vista de las diversas bandas criminales y cárteles de la droga; los ataques contra las infraestructuras de EEUU podrían ser oficialmente lanzados a nombre de la comunidad criminal en represalia por la actividad de las agencias de inteligencia de EEUU en México.
Aviones supersónicos a lo largo de los litorales americanos Entre las amenazas actuales a su seguridad, Estados Unidos coloca en todas partes su tecnología moderna, que incluye a los robots, la inteligencia artificial, la cibernética y los transportes supersónicos. Entre otras cosas, Washington reflexiona ya en la manera de contrarrestar la amenaza de las armas supersónicas. En el presente, el primer análisis es de Rusia y China. Sin embargo, la República china ha probado recientemente con éxito sus armas supersónicas (no se puede excluir que se trate de la versión china), la que crea inquietudes adicionales a Estados Unidos. La aparición de un arma en la vecindad de las fronteras estadounidenses volvería su sistema de alerta oportuna prácticamente inútil y obsoleto.
En términos prácticos, eso podría hacerse por los atajos de algunas opciones. La primera, y más simple, consiste en equipar con misiles supersónicos los navíos y submarinos que estarían en alerta en puntos del litoral americano. Los vuelos de rutina de aviones estratégicos rusos en visita amistosa a Venezuela o a Cuba podrían agregar una dimensión adicional al modelo.
Régimen de proliferación 
 Sin embargo, el golpe más sensible a Estados Unidos sería la transferencia de ciertos sistemas de armas para sus socios en la región. El régimen de no-proliferación siendo una prioridad estratégica para Estados Unidos, su antípoda provocaría una reacción inmediata de la Casa Blanca con su plan. Lo mismo que la venta de sistemas S-400 a Turquía se ha transformado en un escándalo mayor y ha enfriado las relaciones entre Ankara y Washington, el aprovisionamiento de armas rusas a países de América latina equivaldría a una ducha fría para los funcionarios de la Casa Blanca y del Departamento de Estado.
Si Rusia ya ha suministrado armas a Venezuela, Nicaragua y Cuba, el nuevo dispositivo podría sugerir un acercamiento diferente. No sólo la geografía puede tener consecuencias en detrimento, por ejemplo, de Argentina, sino los principios de la entrega, que podrían ser modificados. ¿Y si los sistemas de armas supersónicas rusas se concentraran en Cuba, Nicaragua o Venezuela en las nuevas relaciones bilaterales?
Por ejemplo, una forma particular de arrendamiento será elaborada con el concurso de especialistas rusos. Oficialmente, no habrá bases militares rusas en los países citados, sino sólo consejeros militares y personal de mantenimiento, lo cual se inscribe en el marco de la interacción con esos países. Finalmente, las maniobras y los ejercicios regulares en la región del Caribe podrían servir de base a la presencia efectiva de fuerzas armadas rusas en la región. Y la implicación de los partidarios de la multipolaridad, como China e Irán, sería una señal para Washington.
 
Un agente  teme que el sistema de inteligencia es un campo inseguro 
 
Por Paul Robinson 06.02.22 en RT
Cuando la información clasificada es transmitida a los políticos o a los medios informativos, se supone que mejorarán las políticas públicas.
Pero como lo muestran las recientes acusaciones a Rusia, la información está destinada a fines propagandísticos.
Sin importar el objetivo político inmediato, su empleo abusivo puede debilitar la confianza en las instituciones públicas. Manui dat cognitio vires, tal es la divisa del cuerpo de inteligencia del ejército británico, en el cual sirvió un tiempo Paul Robinson “El conocimiento da la fuerza al brazo”.
El principio es evidente: con una mejor información, cuentas con mayor poder. Las informaciones precisas permiten tomar mejores decisiones y utilizar los nstrumentos disponibles. Al menos en teoría. Esta lógica explica porqué los Estados invierten grandes recursos en la captación de datos y el análisis de inteligencia. La cuestión de saber si eso realmente contribuye a tomar mejores decisiones es sin embargo materia de controversia.
Los estudios estadounidenses al parecer indican lo contrario, pues concluyen que la inteligencia tiende a justificar las decisiones ya tomadas en lugar de contribuir a que se tomen en primer lugar.
En un libro sobre la materia, Michael Herman, antiguo jefe del  Comité Conjunto británico de Inteligencia, concluye que ésta carece de impacto mayor en la política, aunque tenga un efecto significativo en la manera de hacer política. En suma, la gente hace lo que quiere hacer sea cual sea el resultado, pues pueden en todo caso cambiar la manera de hacerlo.
 Se podría hacer que el vínculo con la línea dura adoptada por los estados occidentales de cara a Rusia, sea aunque sólo en teoría, el resultado de datos indicativos de que Rusia está a punto de invadir Ucrania. En realidad, la línea dura estaba activada mucho antes de que la inteligencia sea revelada. Además, existen múltiples opciones políticas posibles de cara a tal amenaza. El hecho de que la OTAN escoja la opción «disuadir» Rusia más que nada no tiene casi nada que ver con la inteligencia obtenida; ésta es simplemente el reflejo de preferencias políticas adoptadas ya en el pasado.
La inteligencia no es jamás totalmente objetiva. Las informaciones que se intenta recolectar, el crédito que se le asigna y la manera de interpretarla son inevitablemente coloreadas con las ideas preconcebidas existentes. Como lo ha subrayado el analista de la CIA Richards J. Heuer en su libro “The Psychology of Intelligence Analysis“, los atajos cognitivos están presentes del principio al final del proceso de captación de información.
Lo escrito explica en parte el reciente flujo de revelaciones de los servicios de inteligencia anglosajones tocantes a Rusia. La mayor parte de esas revelaciones rebasan la credulidad e incurren en la propaganda. Sería fácil imaginar que los agentes veteranos inventen eso. Pero es más probable que los datos sean reunidos y analizados a través de un prisma ideológico distinto que daría lugar a un resultado deformado e imprevisto que refuerce las preferencias y sea utilizado para promover las preferencias políticas. Un excelente ejemplo es la afirmación dada a conocer esta semana por el gobierno de EEUU según la cual Rusia prevé construir un video “false flag” mostrando un falso ataque del ejército ucraniano contra la población de Donbass. La idea es que  podría servir de excusa a la invasión de Ucrania.
(…)
Hay razones para dudar. La deferencia natural por la autoridad juega un papel importante. En el mismo sentido van numerosos periodistas que al parecer comparten el punto de vista ideológico de las agencias de inteligencia. Además, es difícil probar el número exacto de esos alegatos, tan difícil como probar que son son falsas. Si las predicciones no se realizan, es posible explicarlo diciendo que revelar la predicción ha forzado a la otra parte a cambiar su comportamiento. La invasión “inminente” de Ucrania por los rusos no ha tenido lugar y eso es consecuencia de que informamos a todo el mundo y que los rusos han dado marcha atrás.
 Paul Robinson es profesor en la Universidad de Ottawa. Escribe sobre historia rusa y soviética, la historia y la ética militar. Es el autor del blog Irrussianality. Sería oportuno que el canadiense se tomara la molestia de informarnos si el difundido plan de acercamiento de los militares rusos y sus armas al perímetro de vigencia de la Doctrina Monroe es algo más que una especulación reveladora, una disertación provocadora o simplemente la seguridad de que la inteligencia rusa tiene un conocimiento detallado del mediano alcance de la inteligencia anglosajona y que Rusia puede desarrollar el plan que anuncia Russia Today.

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