Por Cnl My (R) Gabriel Camilli
Como venimos describiendo, la Guerra de Ucrania puede ser analizada desde el concepto de “Guerra Sin Restricciones” siguiendo el libro del mismo nombre que hemos hecho traducir, en la Escuela Superior de Guerra Conjunta de las FF.AA., del chino al español. Los autores del mismo son Qiao Liang y Wang Xiangsui. Es un libro sobre estrategia militar, escrito en 1999, que expone cómo una nación como China podría derrotar a un oponente tecnológicamente superior mediante la guerra en todos los ámbitos de poder, más allá del militar.
Allí nos dicen: “¿Que medios y métodos se utilizan para luchar? A la hora de entablar los debates sobre la panoplia de medios y métodos para librar las guerras del futuro, en las mejores condiciones, se debe respetar la opinión calificada de los estadounidenses…, no sólo porque los Estados Unidos son el último señor de la montaña sino porque sobre el tema son realmente superiores”.
De este modo, han asumido las formas principales que adoptará la guerra en el futuro: Operaciones Conjuntas y Operaciones Militares distintas a la Guerra (MOOTW según siglas en inglés). Esta última definición es apropiada para hacernos percibir la gran imaginación y practicidad del enfoque norteamericano, que nos permite obtener una sólida comprensión acerca de la guerra del futuro, como la ven ellos. Aparte de las operaciones conjuntas, que evolucionaron de las operaciones de cooperación tradicionales, de las operaciones coordinadas e incluso de las operaciones aeroterrestres.
El general Gordon R. Sullivan, ex jefe del Estado Mayor del Ejército de los Estados Unidos, ha señalado que “la Guerra de la Información será la forma bélica básica de las guerras del futuro”. Y así lo estamos viendo en Ucrania desde el 2014.
Frente Comercial
Entre las operaciones militares distintas a la guerra, podemos mencionar: “La guerra comercial. Se puede decir que hace dos lustros, la expresión era una frase retórica y descriptiva pero, en la actualidad, se ha convertido en una herramienta indispensable en manos de muchos países para librar guerras no militares. Se puede utilizar con maestría en manos de los estadounidenses, que la han perfeccionado.
Entre los numerosos medios empleados encontramos la Ley de Comercio Interior, puesta en el escenario internacional, la introducción arbitraria y la abolición de las barreras arancelarias, el empleo de sanciones comerciales apresuradas, la imposición de embargos a la exportación de tecnologías claves, la aplicación de la ley conocida como ´Sección Especial 301´ y la concesión del denominado estatus de trato de nación más favorecida (Most Favored Nation). Cada uno de estos instrumentos puede tener el mismo efecto destructivo que una operación militar. Al respecto, el embargo total de ocho años contra Irak, iniciado por los Estados Unidos, es un ejemplo clásico”. (pág. 120)
Pero produce efectos colaterales no deseados. O, por lo menos, no declarados. Ya que en estos días leemos en diferentes medios europeos que, a raíz de sus sanciones a Rusia, en la UE tienden a desaparecer los fertilizantes y perjudican la economía.
“Cierran fábricas de fertilizantes, Europa en problemas, desde Emilia-Romagna hasta Bélgica. La industria de los fertilizantes sufre una doble dependencia del gas, que alimenta el proceso de producción pero que, también, es la materia prima para la producción de fertilizantes agrícolas. Esta es la razón por la que los aumentos medios del 300% en los precios del gas en apenas unos meses están empujando a muchas industrias europeas del sector a reducir, si no a bloquear, la producción. (…) El nitrógeno sintético representa el 65-70% de los fertilizantes utilizados en la agricultura y proviene del amoníaco, NH3 del que al utilizar el gas se elimina el carbono y se añade nitrógeno. Sin gas, o con gas a estos precios, y sin tuberías y regasificadores para importarlo de otros países, además de Rusia, no hay muchas alternativas”. (verhttps://www.ilsole24ore.com/art/chiudono-fabbriche-fertilizzanti-europa-panne-dall-emilia-belgio-AEUV32wB).
La cuestión de los fertilizantes
En otro artículo leemos: “La guerra en Ucrania provoca la volatilización de los fertilizantes: -70 %. La crisis tiene su origen principalmente en las sanciones europeas impuestas a Rusia y Bielorrusia que, juntas, representan el 40% del potasio comercializado en el mundo, mientras que Rusia sola es responsable del 25% del comercio mundial de nitrógeno… (https://www.italiafruit.net/Mobile/DettaglioNews.aspx?idNews=71186&Titolo=la-guerra-in-ucraina-fa-volatilizzato-i-fertilizzanti-70).
Como ya había ocurrido con los impuestos sobre las emisiones de CO2, debido a los programas europeos de transición ecológica también en el caso de los fertilizantes los precios comenzaron a aumentar de forma anómala”.
En Europa se han cerrado al menos 50 plantas de producción de fertilizantes. Así lo afirma un informe del grupo financiero Mitsubishi UFJ (importante grupo financiero, entre los diez primeros del mundo). La producción de fertilizantes en la UE se ha vuelto completamente no rentable debido a los precios del gas. El 75% del costo del fertilizante nitrogenado es el costo del gas. La producción de fertilizantes en Europa está casi completamente parada, lo que eventualmente obligará a Europa a comprar fertilizantes o cereales ya en 2024.
Según relata el analista Folker Hellmeyer: “En mi opinión, Estados Unidos libra una guerra económica secreta no sólo contra Alemania, sino también contra la Europa continental”. Dado que Alemania es (todavía) la columna vertebral económica de Europa (en términos de tamaño de la economía, grupos económicos, política de estabilidad).
Estados Unidos tiene un reclamo de poder global definido públicamente, que requiere la subordinación de otros países, lo que por lo tanto viola el Artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas (derecho internacional) y tiene características totalitarias de facto (aplicación asimétrica del derecho internacional). El poder se define, de esta forma, por la fortaleza económica, la fortaleza financiera y el control de los recursos y los países.
Continua Hellmeyer: “Miremos atrás. La unificación europea comenzó con la Montanunion (La Comunidad Europea del Carbón y del Acero), que fue un precursor de la CE. (1952) y posteriormente con la Comunidad Económica Europea (1957-1993, Unión Europea desde 1993), tenía como objetivo la unión política bajo el liderazgo del equipo De Gaulle/Adenauer. Durante su mandato, De Gaulle se opuso conscientemente a unirse al Reino Unido debido a su proximidad política a los Estados Unidos”.
Tras la muerte de De Gaulle, el Reino Unido se unió a Pompidou. Ello supuso un gran avance ya que el objetivo pasó entonces de la unión política a la unión económica. Esto redundaba en desmedro de los Estados Unidos según el lema “divide y vencerás”. Si Europa continental estuviera políticamente unida, tendría datos estructurales significativamente mejores (deuda nacional, cuenta corriente, estructura económica) y, por tanto, potencial de poder. Y planteó un desafío para los Estados Unidos”.
“Las preocupaciones de los Estados Unidos fueron claramente apoyadas por Gran Bretaña después de la introducción del euro (unión monetaria como base de una futura unión política). Como parte de la crisis del déficit del euro, tanto Washington como Londres (política, medios, mercados) se han comprometido con el colapso del euro.”
Finalmente Folker Hellmeyer, concluye: “Las consecuencias se pueden ver en los datos económicos actuales. Como resultado, Alemania no sólo tiene un problema económico, sino también estructural, ya que las inversiones no se realizan por falta de competitividad y las empresas abandonan sus sedes. La división del mundo impuesta por Estados Unidos ejerce presión sobre nuestras actividades de importación y exportación. Es el mayor problema económico estructural de Alemania desde 1949”.
Cambio de rumbo
Desde otra perspectiva “Si nosotros (la UE- ed.) no cambiamos de rumbo rápidamente, esto permitirá a Putin ganar la guerra en Ucrania”, dijo Josep Borrell. El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad dijo: “que la UE debería movilizar sus recursos (¿cuáles?).” Lo dijo en una entrevista con The Guardian
. Según el político, la UE debería prepararse para un conflicto de alta intensidad, ya que “Putin ha decidido continuar la guerra hasta la derrota total”.
Y para completar el cuadro rescatemos este párrafo: “Estados Unidos está perdiendo el rumbo”
. Así comenzó la conferencia que dictó, ante un grupo de académicos, el conocido profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Chicago, el norteamericano John Mearsheimer, quien cobró notoriedad mundial, en 2007, con su libro “El lobby israelí y la política exterior estadounidense”.
La hipótesis de Mearsheimer es sencilla: si el gran desafío de EEUU es China y si hay una alta probabilidad de que ese país trate de dominar Asia ¿para qué Washington se enfoca en una guerra en Europa (Ucrania) y ahora, en otra, en Medio Oriente?.
“Estamos frente a un gran error porque nuestro objetivo debería ser contener a China”, dijo el académico. Aunque fuera obvio, Mearsheimer recalcó que el “momento unipolar” -que se inició con la caída de la Unión Soviética e implicó que EE.UU. no tuviera ninguna amenaza en el horizonte- ha terminado. “La arquitectura del poder global, en este preciso instante, es multipolar. Hemos transitado de un mundo con una gran potencia global hacia otro con tres grandes potencias: EEUU, que sigue siendo la principal; China, que le compite económica y militarmente, y, finalmente, la más débil, Rusia, a la que el presidente Vladimir Putin rescató de la muerte”.
“En el caso de Ucrania –continuó el analista- expandimos la OTAN en la cara de Rusia en 1999 y en 2004 y, aunque el Kremlin dejaba claro que le resultaba inaceptable, estaba muy débil como para reaccionar. Nuestro error fue proponer, en 2008, el ingreso de Ucrania y Georgia y luego fomentar las Revoluciones de colores. La crisis explotó en 2014, Rusia tomó Crimea y estalló la guerra civil en la zona de Donbass. En diciembre de 2021, Moscú trató de llegar a un acuerdo, pero Washington no aceptó. El 24 de febrero de 2022 empezó la guerra”.