Voces del Periodista Diario

De cómo se gestan las contrarrevoluciones

La Piedra en el Zapato

Por Abraham García Ibarra

A decir verdad, pretendiendo sincronizar el análisis editorial con los más actuales acontecimientos y sucesos políticos, nos incomoda repetirnos a nosotros mismos. Esta vez, sin embargo, hacemos una excepción.

A media semana, bajo el rubro Reconversión de la mafia y Estado, de obvio significado, citamos la obra de James Kermoal con el título, La onorata societá/ La verdadera historia de la mafia.

Del investigador consultado, reprodujimos algunas citas, a saber: La mafia ha efectuado una reconversión, como ocurre en todas partes. Sus jefes no son ya campesinos de ojos fruncidos, corazón endurecido y piel tostada por el sol

Esos provincianos radicales han dejado de existir, para dejar paso a una nueva generaciónTecnócratas del crimen y de la prevaricación; los jefes de la nueva mafia se ocultan bajo su calificación de abogados, médicos, diputados y profesores. El negocio inmobiliario cayó también bajo el control de la mafia.

Suplantación y usurpación de las funciones del Estado

Del mismo libro retomamos algunos párrafos de un discurso pronunciado por el ex ministro de la Defensa del gobierno de Italia, a la sazón ministro del Interior, Paolo Emilio Taviani:  La mafia tiende irresistiblemente a usurpar las funciones del Estado; es decir, a remplazar a éste.

La mafia pretende distinguirse de la delincuencia común por el ejercicio de su feroz justicia, proteger a todo aquél que pida su protección y se encuentre en condiciones de pagarla.

Es decir, que está al servicio de los fuertes y los ricos y no al servicio de los débiles y los pobres. Pretende intervenir en calidad de supremo regulador de las relaciones sociales y privadas. Hasta aquí la cita de Taviani.

 Sinaloa, ¿estado torpe o reino de la barbarie?

La obra de Kermoal se editó en México en 1973. Por esos meses, por nuestra parte hacíamos trabajo de campo periodístico en nuestra tierra nativa. De esa tarea, en formato de cuaderno, publicamos un reportaje largo bajo el rubro: Sinaloa, ¿estado torpe o reino de la barbarie/ Cuando los latifundios se fertilizan con sangre.

De aquel contenido, extrajimos la caracterización de un mensaje del entonces gobernador Alfredo Valdez Montoya en el siguiente tenor: El mandatario denunció la irrupción de un nuevo poder económico desde El Triángulo Dorado de la droga: Las grandes fortunas emergentes en manos de empresarios privados que durante medio siglo han tomado el sitio que ocuparon los toscos campesinos de ojos fruncidos, corazón endurecido y piel tostada por el sol.

Lo consignamos en 1974. Ya había elementos de información que, dos años antes, documentaron, efectivamente, que poderosos magnates agroindustriales sinaloenses habían sido implicados por la Procuraduría General de la República en el negocio de la droga.

La Operación Cóndor y la migración de los jefes rurales

En el siguiente sexenio estatal, se ejecutó La operación Cóndor en el Triángulo Dorado. En el monitoreo periodístico desde aquellos años, hemos dado cuenta de dos datos: 1) Los jefes de las bandas rurales de la goma emigraron pacíficamente, tan relativo como puede ser, y se domiciliaron en Jalisco y el estado de México y,

2) Los poderos magnates privados sinaloenses escalaron a las directivas nacionales de las cúpulas de hombres de negocios en sus enclaves patronal, empresarial, bancario, y comercial.

Sólo en un caso resonante, de la antigua Asociación de Banqueros de México, su presidente nacional, sonorense para más señas, fue expuesto a la justicia federal particularmente por lavado de dinero.

La “administración” del crimen desde el Estado

Hacia 1988-1994, se pactó desde el poder político nacional una nueva división territorial: Se desencadenó la represión contra los capos del genéricamente conocido como Cártel del Pacífico para ceder espacios a los de El cártel del Golfo, que devinieron Zetas en rompimientos internos.

Por el Atlántico-Caribe-Golfo se abrieron las rutas para el trasiego de cocaína, concesión otorgada por Washington a los cárteles colombianos de Cali y Medellín, a cambio de su colaboración en la Operación Irán-Contra.

De la fragmentación de un intento de Federación Nacional de Cárteles, al correr del tiempo ha predominado el llamado Cartel Jalisco Nueva Generación, caracterizado por la feroz acción violenta armada contra sus rivales, contra las fuerzas armadas y contra activos de las corporaciones policiales estatales y municipales.

La siembra de amapola y su extensión a la producción de drogas sintéticas se trasladaron con el tiempo, primero a Colima, y particularmente a Guerrero y Nayarit. Desde Guerrero surgieron nuevas formaciones que han asolado, partiendo de Michoacán, los estados de El Bajío. Ese fenómeno se evidenció al arrancar en diciembre de 2018 el combate al huachicoleo.

Lo de Michoacán y Guerrero, apenas unos “ensayos”

A principios de esta semana, el terror se recrudeció en el municipio de Aguililla, Michoacán; la réplica se dio en Guerrero: Al menos 22 ejecutados en sólo dos acciones en 24 horas.

Hace 24 horas, la explosión se dio en Sinaloa, en una operación rigurosamente sincronizada, que incluyó la liberación de reos del reclusorio de Aguaruto, municipio de Culiacán, y el desplazamiento de comandos criminales, con francotiradores de élite, en los principales enclaves residenciales y plazas comerciales del centro de la capital sinaloense.

Si las acciones de esas bandas armadas tuvieron móviles terroristas, el terror lo agigantaron las autoridades gubernamentales, asustadas e impotentes, que no sólo se replegaron, sino que ocultaron información verídica oficial sobre los hechos, dejando los espacios libres a las redes sociales que, por su parte, elevaron el terror al cubo.

Fuerzas militares replegadas a sus cuarteles

Lo sorprendente e indignante del caso, es que la barbarie fue detonada por la detención de un civil contra quién no se ha sabido existiera un mandato judicial expreso y que finalmente fue puesto en libertad por sus captores militares, que se vieron urgidos de buscar refugio en los cuarteles de la IX Zona Militar, mientras que la población era sometida, tácitamente, a un toque de queda.

De la narrativa de Kermoal sobre la evolución de la mafia siciliana, retomamos una conclusión. Afirma que la lenta sustitución de una clase social por otras, es más eficaz que cualquier revolución. Lo que vemos en México, en estricto rigor, puede codificarse como una contrarrevolución. Es cuanto.  

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