Voces del Periodista Diario

De Culiacán a Le Barón

  • Alfonso Durazo tiene los días contados, después de diciembre
  • Urge cambiar la estrategia
  • Trump, ayuda a su favor

 

 

De Culiacán a Le Barón

Juan Carlos  Bautista Rojo (Sendero Público)

En sólo tres semanas, en actos concatenados, la nueva estrategia de seguridad del actual gobierno se ha visto contra la pared, incluso parece no encontrar salida. La lucha contra los grupos especialmente delictivos de narcotraficantes, siguen estables e impunes, se mantiene a la baja. Al menos existe una percepción de que en esta materia se no alcanzan los límites mínimos para aprobar.

El caso Le barón, pronto escaló la punta del Everest en la opinión pública mundial, al tratarse de un acto terrorista, de narcoejecuciones a seres indefensos por el sólo hecho de pertenecer a una comunidad mormona que tiene códigos especiales de convivencia y producción que los convierte en una sociedad éxito, con una característica muy especial: contar con la nacionalidad estadunidense y mexicana al mismo tiempo.

Los Le barón, como otros familias asentadas en la serranía de Chihuahua, sufren el acoso de los grupos delictivos y el abandono de la ayuda en materia de seguridad del gobierno local y más federal, aun con los 18 policiales con los que cuentan para patrullar esa zona.

Hoy se habla de un error, de que las “inocentes familias “cruzaron la línea de un territorio en disputa el cartel de la Línea y los Salazar( Cartel de Sinaloa), incluso en la primer versión del secretario de seguridad, Alfonzo Durazo  afirmó que “pudieron haber sido víctimas del fuego cruzado”. Pero la narrativa de los hechos realizados por los sobrevivientes y sus familiares, en entrevistas radiales y testimonios en Facebook, ofrecen señales contrarias: fue un ataque directo, a mansalva. A todas luces esto se traduce en una ejecución extrajudicial, por órdenes del sicariato.

De los montones de entrevistas y datos que a lo largo del día 5 de noviembre se decantaron para ver qué había sucedido, Edgardo Buscaglia, investigador y especialista en violencia, afirmó como una seria hipótesis que el narco había infestado las estructuras políticas y administrativas de esas regiones, y que existía la posibilidad de una conexión entre el poder político local, municipal y estatal con los narcotraficantes, y que derivado de esa relación, el chantaje y la extorción a grupos económicos poderosos podría haberse permitido. También habló de algo que pareciera extraño, que estos grupos “pueden constituirse como grupos de autodefensas con armamento propio”.

Sobre la comunidad Le Barón, también pesan toneladas de información sobre su relación con el poder políticos, sus digna defensa por el secuestro y después asesinatos a dos personajes de su comunidad, de sus más de 40 atentados a hacia las familias que viven ahí en Le Barón, como también informaciones que los relacionan con la explotación de pozos de agua en favor de sus tierras, sembradíos. Situación que no debe pasar desapercibida para hurgar y encontrar con precisión el motivo de semejante barbarie.

Por su doble nacionalidad, el tema de esta horrenda agresión, ya tiene una buena parte del apoyo de la comunidad estadunidense e incluso la promesa de ayuda del presidente Trump, quien no deja escapar propuestas para levantar su imagen tan decaída en estos momentos. La de Trump, una propuesta peligrosa para el gobierno mexicano que no ata en ser preciso.

Culiacán está ligado a Le barón por un hilo largo, flexible y consistente: el cartel de Sinaloa. La batalla, por ahora, al menos en estos diez meses la van ganando los grupos delictivos. Cambiar de estrategia es ya una recomendación internacional y más, una necesidad.

Necesario virar el timón, y cambiar de mando. ¿Es necesario reemplazar a Alfonso Durazo? -Yo creo que si. ¿Solucionará el problema?- No.¿ Lo aliviará? –Si. ¿Le permite al presidente cambiar de estrategia y nuevo rumbo? –Si. 

 

Juan Carlos  Bautista Rojo

@jbautista0071

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