Voces del Periodista Diario

Indolencia de autoridades ante acoso escolar

Por Mouris Salloum George

La muerte cruel de la estudiante Norma Lizbeth debe llamar a la sociedad mexicana a una profunda reflexión. No es solamente el hecho criminal, sino la saña y la alevosía de la joven agresora –de 14 años de edad- contra su compañera de secudaria, que ya no pudo tener su fiesta de 15 años.

Hay que preguntarse lo que estaba en la mente de la novel asesina y cómo o por qué se le generó el odio mostrado mientras masacraba con una piedra a su frágil víctima; todo en medio de las risas de otros de sus compañeros, sin que nadie interviniera.

Este triste y lamentable caso es solo la punta del iceberg sobre el creciente problema del acoso escolar (bullying), físico y virtual en internet, que registra México. Al respecto existen muchas mediciones, con variantes según el enfoque adoptado.

La organización Bullying sin Fronteras (BWB, en inglés), en un estudio realizado entre 2020 y 2021, apunta que México registró 180 mil casos de acoso grave, en una tendencia creciente. Aunque por sí mismo el número asusta, la cifra no parecería tan grande en proporción al total de alumnos de educación básica (25 millones), registrados en el sistema escolar mexicano.

El hecho es que la trágica y reprobable muerte de Norma Lizbeth es resultado imperdonable de muchos factores que propiciaron el criminal desenlace.

Al final todo el análisis conduce a una irresponsabilidad de autoridades de distinto orden y nivel jerárquico; sin restarle su parte de culpa a los propios familiares de la víctima fatal, porque no fueron capaces de protegerla.

El coraje entendible, sin embargo, no debe obnubilar la reflexión. Aunque ya las autoridades judiciales se encargan de lo inmediato y lo concreto, hay que señalar a las otras partes fundamentales de esta tragedia.

El acoso escolar es un problema muy viejo. Esto exhibe la indolencia de las autoridades y las limitaciones institucionales para enfrentar el fenómeno. Por institucionales, debe entenderse la parte directa que le corresponde a la SEP, a las instituciones de salud mental del país; al DIF y al Conapred; asimismo a las comisiones de derechos humanos.

Por supuesto que toda esta problemática compete igualmente a los poderes Legislativo y Judicial, en cuanto que son los encargados de formular y aplicar las leyes y reglamentos.

Como se apuntó al inicio de estos párrafos, solo conocemos la superficie del problema. El bullying físico o por internet es el principio de un problema de criminalidad mayor en la adultez.

Así que mientras todos desatendían sus funciones prioritarias, luego de la golpiza que recibió en su cabeza, ensangrentada, Norma Lizbeth se fue a casa con sus dolores físico y moral a padecer su derrota en silencio. El resto de la historia es conocida.

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