Ojo Público
Por Norberto Hernández Montiel
Este es un mes de repasos trágicos, que mueven a indignación, como el incendio de la guardería ABC, el 5 de junio de 2009, en Hermosillo Sonora, durante el cual murieron 49 niños, a quienes se evocaba por medio de un memorial de cruces, destruidas por representantes de la ultraderecha violenta durante una manifestación, en supuesta defensa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). La otra remembranza es la matanza del 10 de junio de 1971.
En cuanto a la guardería ABC, es necesario hacer un repaso respecto a la corrupción panista. Las instalaciones eran totalmente inadecuadas, tomando en cuenta que se debían observar las más estrictas medidas de seguridad y protección civil.
De acuerdo con el reporte de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el muro que compartían la guardería subrogada y la bodega de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público donde se inició el fuego, tenía varios orificios y “en algunas secciones no alcanzaba a unirse a la pared; además, en la parte superior del muro había otros boquetes”.
Por ello es muy importante rememorar que el 8 de mayo de 2001, durante el sexenio de Vicente Fox Quesada y con Eduardo Bours como gobernador de Sonora, se le concedió un permiso por cinco años a Marcia Matilde Altagracia Gómez del Campo, prima de Margarita Zavala, para operar la guardería; en 2007, ya con Felipe Calderón en el poder, se amplió el periodo de la subrogación, que vencería a fines de 2009.
La irresponsabilidad de Fox precedió al carácter dictatorial de Calderón, del cual tuvimos muchas evidencias, como el amago mafioso que experimentó el ministro Arturo Zaldívar cuando trabajaba en el caso de Israel Vallarta y Florence Cassez y fue encañonado, junto con su familia, durante minutos interminables, por parte de elementos de la Policía Federal, que estaba bajo el mando de Genaro García Luna.
Es de suma importancia recordar hasta dónde fue capaz de llegar la mentalidad panista, que es realmente dictatorial. Entre los derechos que se violaron con el incendio de la guardería ABC, la CNDH mencionó los siguientes principios: a la protección especial, a la protección de la vida, a la integridad física, a la seguridad social y a la salud. Se maniobró políticamente, con la finalidad de evitar que se le fincaran responsabilidades a la prima de Margarita Zavala.
Respecto a la matanza del 10 de junio de 1971, indudablemente planeada y perpetrada por órdenes de Luis Echeverría Álvarez. Es necesario recordar que su origen estuvo en la visión represiva del régimen priísta, el cual de ninguna manera quería que se repitieran manifestaciones como las de 1968.
Por su parte, muchos estudiantes de la UNAM y el IPN deseaban salir nuevamente a las calles, a demostrar su repulsa por el gobierno de Echeverría, al cual se le veía como represor. Por tal motivo, no dudaron al responder a la convocatoria del estudiantado de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), quienes habían logrado instaurar una rectoría democrática, a la cual el entonces gobernador Eduardo Elizondo Lozano le redujo drásticamente el presupuesto.
Ya con ese contexto, remitámonos a la película “Roma”, de Alfonso Cuarón, que obtuvo tres premios Oscar, la cual nos provee un marco de situaciones entreveradas con gran sutileza por el director y su equipo de producción para situarnos en el momento de la sangrienta represión que tuvo un saldo mayor a 200 muertos –entre quienes hubo transeúntes, además de manifestantes–, un número indeterminado de desapariciones forzadas, torturados y víctimas de múltiples violaciones a los derechos humanos.
La película, magistralmente, presenta la destreza de Fermín, amante de Cleo, la protagonista principal, para convertir el soporte de una cortina de baño en arma de artes marciales; esto y su entrenamiento en Ciudad Neza, cobran sentido durante el “halconazo” del 10 de junio, el mismo día que la omnipresencia del PRI, de Luis Echeverría Álvarez, abandona su carácter circense –retratado a través del lanzamiento de un hombre bala en Ciudad Neza– para mostrar su fisonomía más sangrienta y represiva.
En el filme se nos muestra la dramática contradicción entre Fermín, el ahora ex amante que empuña un revólver casi en la cara de Cleo, quien había ido a buscarlo para informarle de su embarazo; él había amenazado con matarlas a ella y a su criatura.
Paradójicamente, el día del halconazo Fermín porta una playera en la que podemos leer una de las entonces muy famosas leyendas de la dibujante Kim, que iniciaban con la expresión “Amor es…” En el contexto de aquel jueves de Corpus la frase mercadológica de Kim se hace aterradora.
El tiempo que el ex amante de Cleo la encañona se antoja tan largo como debió parecerle al ministro Zaldívar cuando los federales calderonistas los amagaron a él y su familia.
El “halconazo”, en la cinta, resulta la causa del deceso de la bebé de Cleo, en la cual Cuarón retrata uno de los momentos más fuertes de la película, porque somos testigos de la rotura de fuente, la desesperación de tres personas que habían ido a elegir una cuna y ahora están atoradas en el caótico tránsito de ese día, que les impide llegar al Centro Médico a tiempo para salvar la vida de la pequeña que hasta ese día había crecido en el vientre de Cleo.
Según los recuerdos en los que Alfonso Cuarón basó su obra, eso fue cierto. En este punto, “Roma” nos lleva a recuerdos y reflexiones sobre aquel 10 de junio.
Además de trastocar radicalmente la vida nacional, hay contemporáneos convencidos de que los grupos guerrilleros surgidos a inicios de los 70 tuvieron su origen en que sus integrantes estaban seguros de la imposibilidad de lograr pacíficamente cualquier cambio político en México. Afortunadamente se equivocaron.